Yañez explicó que las declaraciones de Aznar le han producido "una sensación de inquietud, no por el fondo de la cuestión, porque todos queremos la democratización de Cuba, sino por el método. Es un signo de bisoñez o de algo peor el no tener una relación a fondo sobre los temas con un interlocutor que es el jede de Estado de un país con el que tenemos importantísimos intereses como país".

"Me produce inquetud", continuó Yáñez, "que se vean estos temas solamente pensando en hacer gestos a la galería o a una fracción del electorado más ideologizada y no plantear los temas, con toda la franqueza y con toda la sinceridad que hay que plantearlos, pero también con toda la discreción que esos temas requieren. Una relación entre España y Cuba casi diría que obliga a los mandatarios de ambos países a aprovechar esa ocasión de Chile para verse durante varias horas y a puerta cerrada. Me sorprende porque ambos deberín de estar interesados en una entrevista a fondo".

En opinión de Yáñez, "no se defienden los intereses espeñoles, ni en Cuba ni en ningún otro sitio, solamente con cuatro frases o cuatro gestos muy de consumo interno más que de defensa de intereses. Ese estilo no es el que he visto durante muchos años en estadistas de todo el mundo, sobre todo del mundo desarrollado".

Yáñez explicó que no se refiere a una relación amistosa, ni fluida, ni de abrazos. No se trata de personas que se tengan química ono química; se trata de personas que tienen que tratar de asuntos de Estado y de intereses que son muy importantes para muchas decenas de miles de españoles y decenas de miles de cubanos".