Lo hizo en un comunicado en el que explicó que el cuadro mide 83,5 x 58 centímetros y conserva su tela, bastidor y marcos originales, habiendo permanecido inédito hasta época reciente. Su descubrimiento permite conocer mejor la pintura religiosa del pintor aragonés.

‘La Piedad’ se ha fechado entre 1772 y 1774, lo que la convierte en un “testimonio relevante” de las fuentes que inspiraron a Goya en su viaje a Italia, donde conoció ‘La Piedad’ de Miguel Ángel (1475-1564) y otros modelos de Annibale Carraci (1560-1609), Carlo Maratti (1625-1713) y Corrado Giaquinto (1703-1766).

Luego de su regreso a Zaragoza en 1771, Goya plasmó su evolución en sus trabajos en la Basílica del Pilar y en la Cartuja Aula Dei, con un estilo comparable con el de ‘La Piedad’ adquirida por Cultura.

En los últimos diez años, el lienzo ha sido objeto de distintas solicitudes para su exportación, las cuales se han rechazado por ser “una obra de gran rareza, representativa del periodo temprano de la producción” de Goya y por “constituir uno de los pocos ejemplos de su obra religiosa, ayudando así a definir la figura del artista en su contexto”.

‘La Piedad’ reforzará la presencia de Goya en el Museo Nacional del Romanticismo, que sólo contaba con una obra del artista aragonés en sus fondos: ‘San Gregorio Magno, Papa’, que actualmente preside el Oratorio, un espacio propio de las viviendas acomodadas que se empleaba para la devoción privada y donde se oficiaban los actos religiosos de carácter íntimo, como bodas, bautizos o velatorios.

De hecho, según Cultura, la temática y el tamaño de ‘La Piedad’ “sugieren que fue un encargo de algún eclesiástico o comitente de la burguesía zaragozana para cumplir una función devocional privada o doméstica”.