Así lo dijo en la rueda de prensa para detallar los resultados obtenidos por Bankinter en el primer semestre del año, periodo en el que ganó 418 millones de euros, un 54% más, en un contexto de subida de los tipos de interés.

Dancausa reiteró su rechazo al impuesto extraordinario, por el que el banco pagó en el primer trimestre 77,5 millones correspondientes al ejercicio 2023. Manifestó que espera de cualquier Gobierno que salga de las urnas que “lo derogue porque está mal confeccionado y estamos convencidos de que lo vamos a ganar” vía judicial. “Es mejor que se derogue a que lo tenga que anular” un tribunal, agregó.

Dancausa afirmó que no va a cambiar su postura, aunque pueda “sonar radical”, porque juzga el gravamen “injusto y discriminatorio”. Así, apuntó que “no vale con componendas, lo que hay que hacer es retirarlo”, al ser preguntada por la posición del PP, que pretende mantenerlo durante el periodo temporal de dos años que se ha establecido. “No voy a cambiar de postura, puedo sonar radical, pero es realmente lo que pienso, es injusto y discriminatorio”, añadió.

Desde el banco indicaron que, sin el impacto del impuesto, hubieran visto crecer su beneficio un 83% respecto al año anterior.

Preguntada por la propuesta del PSOE de elevar el periodo de devolución de las hipotecas hasta en siete años para rentas de hasta 37.800 euros, Dancausa dijo que no lo ve “ni bien ni mal” y que “hay que ver cómo queda”. En cualquier caso, indicó que el banco ha registrado unas 150 peticiones de adhesión a los códigos de buenas prácticas para hipotecados vulnerables o en riesgo de serlo, una cifra baja que atribuyó a que sus clientes tienen un perfil socioeconómico más elevado y lo necesitan en menor medida. Tampoco están registrando una actividad relevante en renegociaciones de préstamos o captación en otros bancos.

BAJAR IMPUESTOS

En cuanto a las peticiones al ganador de las elecciones de este domingo, Dancausa solicitó que impulse la actividad empresarial, un “entorno de seguridad jurídica”, que las instituciones cuenten con “contrapesos” y bajar la presión fiscal.

Respecto a este último punto, señaló que la presión fiscal “no se puede subir ilimitadamente” porque la economía “tiene unas estructuras con unas fortalezas que no son ilimitadas”.

Señaló como “debilidades estructurales” precisamente la presión fiscal, los altos niveles de deuda y el paro juvenil. “A todos nos interesa que el que resulte ganador acierte en sus políticas económicas y sociales, no hay mejor política social que aquella que impulsa y apoya las iniciativas empresariales”, subrayó. Así, se mostró “moderadamente optimista” con lo que resta de año y descartó que la prima de riesgo se vaya a disparar. Recordó que “tenemos Europa” y que vendrá una época en la que “van a ser más estrictos en las exigencias a todos los países” en el marco fiscal.