Según informó la compañía, este buen resultado contrasta con los 842 millones perdidos hace dos años en este mismo periodo.

El beneficio neto ajustado alcanzó 463 millones de euros en el primer semestre, un 153% más que los 183 millones registrados en el mismo periodo de 2021 y las pérdidas de 8 millones del primer semestre de 2020.

La compañía destaca que estos resultados se producen en un contexto de continua volatilidad en los mercados energéticos globales, altos precios del crudo y una situación de incertidumbre regulatoria en España.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado fue de 1.742 millones de euros, un 106,9% superior al de hace un año. El 55% se generó fuera de España y el 45% en el país.

Esta mejora, `explica Cepsa, se debe al incremento de los resultados de Exploración y Producción y al aumento de los márgenes de refino, como consecuencia de las restricciones de oferta de productos procedentes de Rusia, así como la reducción de la capacidad de refino en Europa durante la última década.

El flujo de caja antes del capital circulante se situó en 826 millones de euros, frente a los 763 millones de euros del primer semestre de 2021, aunque se vio afectado por el aumento de los pagos de impuestos, especialmente en Exploración y Producción.

Cepsa contribuyó en este periodo con 2.232 millones de euros en impuestos en España, un 32,5% más que hace un año. De ellos, 1.153 millones fueron pagados y 1.079 millones recaudados por cuenta de la Hacienda Pública española (principalmente en relación con los impuestos especiales sobre los hidrocarburos).

Cepsa continuó su proceso de desapalancamiento, con un ratio de deuda neta sobre EBITDA de 1,1 veces, gracias al incremento del beneficio bruto.

La compañía mantiene una sólida posición de liquidez de 3.909 millones de euros, cubriendo con ello 4,2 años de vencimientos futuros de deuda.