DEBATE AUTONOMCO. EL SENADO VIVIO HOY UNA JORNADA HISTORICA

- Ministros y presidentes autonómicos siguieron con interés las propuestas y reflexiones de Felipe González

- Hormaechea fue el único que no cosechó aplausos y tuvo problemas con los papales de su discurso

- Más de trescientos periodistas se acreditaron para cubrir informativamente la sesión

MADRID
SERVIMEDIA

El Senado vivió hoy una de sus sesiones más importantes, con ocasión de la celebración del Debate de la Comisión eneral de las Comunidades Autónomas, que contó con la presencia de 16 presidentes regionales -sólo faltó a la cita el "lehendakari" Ardanza- y de la mayoría de los miembros del Gobierno central, con Felipe González a la cabeza.

La sesión tuvo lugar en el antiguo salón de plenos del Senado, dependencia que permanece cerrada desde que fue inaugurado el edificio de ampliación, y que sólo se habilita para actos y debates de gran relieve político.

Los aledaños del nuevo edificio de la Cámara Alta se veron inundados desde primeras horas de la mañana por una multitud de periodistas, fotógrafos y técnicos de televisión de diferentes medios de comunicación, que realizaron un gran despliegue para cubrir informativamente el acontecimiento.

La sesión fue retransmitida en directo por la segunda cadena de Televisión Española y por Radio Nacional de España, mientras que el Servicio de Prensa del Senado tramitó unas trescientas acreditaciones para periodistas, cifra notablemente superior a la afluencia que rgistran los plenos semanales.

Una de las intervenciones más esperadas del debate era el discurso de Felipe González, que comenzó poco después de las diez de la mañana, y que fue seguido atentamente tanto por los miembros de su Gabinete como por los presidentes autonómicos.

A la izquierda de la tribuna de oradores quedó ubicado el banco en el que se sentaron los presidentes de las 16 comunidades autónomas, mientras que los ministros del Ejecutivo central se situaron frente a ellos, a la izquierda el estrado.

Otros asistentes ilustres a la sesión fueron el portavoz del PSOE en el Congreso, Joaquín Almunia; el secretario de Relaciones Politicas e Institucionales del PSOE, José María Benegas; el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita; el portavoz del PP en el Senado, Alberto Ruiz-Gallardón, y otros dirigentes populares, como Javier Arenas y Mariano Rajoy.

ATENTOS Y SERIOS

La alocución del presidente del Gobierno concitó el interés de los presidentes autonómicos y de losmiembros de la Comisión General de Comunidades Autónomas, que escucharon con detenimiento y gesto serio las reflexiones y propuestas de González.

Todos los presidentes regionales, excepto el de Madrid, Joaquín Leguina, tomaron notas sobre el discurso, sobre todo cuando salían a la palestra asuntos como la participación de las comunidades en el proceso de toma de decisiones de la Unión Europea (UE), la financiación autonómica y la corresponsabilidad fiscal, y la conversión del Senado en una auténtica Cmara territorial.

Por su parte, los únicos ministros que "cogieron apuntes" de la intervención de González fueron Cristina Alberdi y Carmen Alborch, las "alumnas" más aventajadas, así como el titular de Obras Públicas y la ministra de Sanidad. El vicepresidente de Gobierno y el ministro de la Presidencia siguieron las palabras del presidente del Gobierno con sendas copias de su discurso.

González, que recibió aplausos al término de su alocución, fue seguido en el uso de la palabra por los distints presidentes regionales, por orden de aprobación de sus estatutos de autonomía.

Pujol y Fraga se expresaron en catalán y gallego, respectivamente, mientras que el presidente de la Comunidad Valenciana, Joan Lerma, utilizó su lengua natal hasta los últimos párrafos de su discurso, que fueron pronunciados en castellano.

El uso de las distintas lenguas oficiales provocó cierta confusión entre los periodistas, muchos de los cuales se afanaban por encontrar una copia traducida o por emitir -en el cas de los profesionales de la radio- un corte adecuado.

Al final de cada intervención, los presidentes recibieron aplausos de sus colegas y de los parlamentarios presentes en la Cámara, ceremonia que únicamente fue rota en el caso del presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, que no recibió ninguna muestra de apoyo y que incluso tuvo problemas en su discurso al caérsele los papeles.

(SERVIMEDIA)
26 Sep 1994
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