En la cuarta jornada del juicio contra Álvaro García Ortiz, Ribón reconoció que Carlos Neira, abogado del empresario, no pidió amparo al Colegio de Abogados, pese a lo cual decidió actuar porque “nunca habíamos conocido una situación como la que estábamos viviendo que fracturara el derecho de defensa". "Sin confidencialidad no es posible una defensa libre", aseguró.

En su declaración, Ribón se centró en criticar la difusión de una nota de prensa en la que la Fiscalía rebatía la información falsa de que había partido de sus despachos una oferta de pacto con el novio de Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, esa nota de prensa quedó ya excluida de esta causa.

Ribón insistió en que para desmentir el bulo “no era preciso” revelar el “contenido literal" de las conversaciones que se realizaron a través del correo electrónico, ya que esas comunicaciones están amparadas por el “grado más estricto de confidencialidad entre abogado y fiscal".

El presidente de la Abogacía madrileña explicó que habló con la fiscal provincial de Madrid, y más tarde se reunió con el fiscal general al que exigió una investigación al respecto y la depuración de responsabilidades. Dijo también que llegó a rechazar hacer un comunicado conjunto con la Fiscalía, como le propuso García Ortiz para mostrar cordialidad entre las instituciones porque para él era tanto como “poner paños calientes" en el asunto.

La Abogacía acabó emprendiendo acciones penales ante la “ruptura de la confidencialidad de las negociaciones" y puso en tela de juicio el protocolo de conformidades con la Fiscalía, pese a lo cual, reconoció, se ha seguido alcanzando acuerdos.

Ribón defendió su actuación en esta causa y la decisión de no retirar la acusación cuando el Tribunal Supremo excluyó de la causa la nota de prensa. Tampoco aclaró porqué no han dado relevancia a lo publicado por El Mundo, limitándose a afirmar que dan “relevancia a la publicación de la nota de la Fiscalía”.