Según el tratado FACE, firmado en París el 19 de noviembre de 1990, España se comprometió a aceptar la transferencia de 420 carros de combate M-60 y a mantenerlos operativos y a disposición del esfuerzo común de la OTAN.

Al mismo tiempo, el tratado implicaba la destrucción del material sobrante, un total de 480 carros de combate y 87 cañones. Posteriormente, España renunció a recibir 110 carros M-60, con lo que el coste total de este rograma se redujo de los 51.200 millones de pesetas iniciales a 30.226 millones.

García Vargas compareció hoy ante el pleno del Congreso para responder a una pregunta del diputado del PP Santiago López Valdivielso, quien se interesó por los requisitos para poder utilizar los carros.

El titular de Defensa dijo que España tiene plena soberanía en el empleo de los M-60, que "podemos utilizar cuando sea conveniente a juicio del Gobierno español", agregó.