La autoización de venta del Hospital Militar de Barcelona tiene sus antecedentes en abril de 1999, cuando fue suscrito el acuerdo por el que el Ministerio de Defensa otorgaba a favor de la Generalitat de Cataluña la concesión administrativa sobre dicho centro, estableciéndose un derecho de adquisición preferente a favor del Servicio Catalán de la Salud, por un precio de 4.000 millones de pesetas, que se actualizaría de acuerdo con el índice de precios al consumo.

En abril de 2002, el Ministerio de Defensa acrdó la enajenación definitiva del hospital estableciendo el precio definitivo en los 26,6 millones de euros que ahora deberá abonar el Gobierno catalán.