El Defensor del Pueblo actúa tras conocer la situación de la UCI Pediátrica y lo manifestado por los jefes de servicio y de sección del centro hospitalario, que advirtieron sobre los riesgos que conlleva el cierre de la UCI Pediátrica y señalaron la existencia de “riesgo para la adecuada atención de los pacientes debido a la ausencia de facultativos intensivistas pediátricos”, en dicha Unidad.

La ausencia de personal obligó a la suspensión de actividades quirúrgicas, a la derivación de pacientes a otros hospitales, y a la afectación del programa de trasplantes. Asimismo, dificultó el mantenimiento de la labor docente de médicos en formación y generó preocupación y malestar de los familiares de pacientes ingresados, según explicó el Defensor del Pueblo este viernes.

Igualmente, el Defensor del Pueblo, con esta actuación, solicita que “se afronten las causas aducidas que provocaron esta situación y se adopten las medidas necesarias para que este servicio fundamental vuelva a funcionar a la mayor brevedad posible”.