Este resultado fue producto de unas exportaciones que sumaron 1,587 billones de pesetas, con un importante crecimiento del 22,5% que, sin embargo, no contrrrestó el alza del 29,5% en las importaciones, que alcanzaron la cifra de 2,046 billones de pesetas.

De esta forma, se mantiene la tendencia expansiva de las exportaciones por la mejora del comercio mundial y la reactivación de las economías europeas. El valor de las ventas destinadas a la Unión Europea aumentó un 21,4%, mientras que las dirigidas a otros países crecieron un 25,8%.

Las exportaciones a Estados Unidos y a los países del Sudeste Asiático se incrementaron por encima del 40%, debido sbre todo a la ventaja competitiva que supuso la depreciación del euro. Dentro de la UE, las ventas a Francia, Reino Unido y el área del Benelux subieron por encima del 20%, mientras que las destinadas a Alemania crecieron un 13,5%.

En cuanto a las importaciones, las procedentes de países no comunitarios aumentaron un 41,1%, frente a una subida del 24% en las compras realizadas en la UE. Esta diferencia se debe, sobre todo, al alza del 148,9% en los precios de los productos energéticos. Así, las compra a los países de la OPEP, México y Rusia aumentaron un 105%, un 114,4% y un 162,8%, respectivamente.

El análisis por productos demuestra que las exportaciones crecieron especialmente en el caso de los productos intermedios (30,5%) y los alimentos (20,5%). En cuanto a las importaciones, el mayor dinamismo correspondió, con mucha distancia, a los productos intermedios energéticos, con un incremento del 151,6%.

Economía concluye que febrero ha supuesto la continuación de la tendencia expansiva de la exportaciones y las importaciones, iniciada en la segunda parte del año pasado. Asegura que, de mantenerse esta tendencia, tendrá lugar una menor contribución negativa del sector exterior al Producto Interior Bruto.