Entre enero y junio, las importaciones se elevaron a 4.814.646 millones de pesetas, lo que representa un crecimiento del 5,7 por ciento, mientras que las exportaciones se situaron en 3.137.789 millones, con un aumento del 12,7 por cien.

La ralentización de las importaciones ha sido especialmente acusada en junio, mes en el que crecieron sólo un 0,4 por ciento, mientrs que las ventas al exterior aumentaban un 9,3 por cien. La balanza comercial del mes arrojó un saldo negativo de 289.175 millones de pesetas, con un descenso del 12,4 por cien.

En el primer semestre, la principal partida importadora fue la energética, ya que las compras de petrólo se elevaron a 344.015 millones de pesetas, un 5,94 por ciento más que en el primer semestre del 90. También destacaron las compras de turismos, por un importe de 222.289 millones de pesetas.

Los turismos constituyeron ambién la principal partida exportadora, con 486.895 millones de pesetas; seguidos de los productos derivados del petróleo, con 133.991 millones; y las frutas, con 132.288 millones.

Los principales proveedores de España fueron Alemania, país al que compramos mercancías valoradas en 780.952 millones de pesetas; Francia, con 734.346 millones; Italia, con 491.069 millones; Estados Unidos, con 399.139 millones; y Reino Unido, con 360.800 millones:

Prácticamente los mismos países ocupan la lista de lo cinco mejores clientes: Francia, con 631.495 millones de pesetas; Alemania, con 514.232 millones; Italia, con 376.981 millones; Reino Unido, con 260.932 millones; y Portugal, con 205.341 millones.

Al terminar el primer semestre del año, la tasa de cobertura de las importaciones con las exportaciones mejoró 4,1 puntos puntos, al pasar del 61,1 al 65,2 por ciento.