Biodiversidad

Los delfines del golfo de Vizcaya mueren más jóvenes

- Según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Los delfines comunes se encuentran entre los mamíferos más abundantes del océano, pero viven vidas más cortas en el golfo de Vizcaya, según un nuevo estudio.

La investigación, dirigida por la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) y publicada en la revista ‘Conservation Letters’, señala que la longevidad de las hembras del delfín común en esa región ha disminuido siete años desde 1997, una tendencia alarmante que, según los autores, amenaza no solo a la especie, sino también al ecosistema marino que ayuda a mantener.

“Existe una necesidad urgente de gestionar mejor la población. “De lo contrario, existe el riesgo de declive y, en última instancia, de extinción”, apunta Etienne Rouby, investigador postdoctoral del Instituto de Investigación Ártica y Alpina (Instaar).

Cerca de seis millones de delfines comunes habitan en océanos tropicales y templados de todo el mundo. Son los cetáceos más comunes de del planeta, un grupo que incluye a todas las ballenas, delfines y marsopas.

El golfo de Vizcaya, en el océano Atlántico frente a la costa francesa, es un destino popular para los delfines en invierno, ya que sus aguas más cálidas y ricas en nutrientes atraen a especies de peces más pequeñas, como las anchoas y las sardinas, que son el alimento de los delfines. Sin embargo, estas condiciones también lo convierten en uno de los principales puntos de pesca de Europa.

CAPTURA INCIDENTAL

Si bien los delfines no son el objetivo de la pesca, muchos terminan en las redes accidentalmente, lo que se conoce como captura incidental. La mayoría de los delfines capturados de esa forma mueren.

Algunos estudios indican que la captura incidental fue responsable de la muerte de 6.900 delfines en el golfo de Vizcaya en 2001, de una población invernal cercana a 180.000.

Tradicionalmente, los científicos han estimado el número de delfines contando los individuos avistados desde barcos y aviones de reconocimiento. Dado que los delfines entran y salen constantemente de una región, este enfoque puede pasar por alto cambios poblacionales hasta que ocurren cambios drásticos.

Para los animales longevos que solo tienen unas pocas crías a lo largo de su vida, como los delfines, la recuperación podría no ser posible una vez que las disminuciones poblacionales sean lo suficientemente significativas como para reflejarse en los conteos generales, según Rouby.

Este investigador y su equipo se propusieron reevaluar cómo sobrevivían estos cetáceos utilizando un nuevo enfoque que desarrollaron: contar y analizar los delfines muertos varados en las playas de la bahía.

Los delfines suelen llegar a la costa porque están viejos, enfermos, heridos o desorientados, y rara vez sobreviven tras vararse. Si bien los varados representan solo un 10% del total de muertes de delfines, los cambios en sus patrones de mortalidad a lo largo del tiempo pueden revelar tendencias poblacionales más amplias.

ANÁLISIS DE 759 INDIVIDUOS

El equipo estudió 759 delfines comunes varados en playas del golfo de Vizcaya entre 1997 y 2019. “Queríamos captar los cambios en las tasas de supervivencia y fertilidad de la población. Estos son indicadores más sensibles de la salud de la población y nos permiten identificar los problemas antes de que se vuelvan irreversibles”, recalca Rouby.

Mediante el análisis de los dientes de delfín, el equipo determinó la edad a la que murieron estos animales. Descubrió que la longevidad de las hembras disminuyó de 24 años a finales de la década de 1990 a tan solo 17 años dos décadas después. Esta reducción ha provocado el nacimiento de menos crías.

Los investigadores estimaron que la tasa de crecimiento poblacional de delfines disminuyó un 2,4% entre 1997 y 2019. En condiciones ideales, una población sana de delfines comunes crece a un 4% anual. Esto significa que, si la población prosperaba en 1997, en 2019 solo crecía a un 1,6% anual.

"Es probable que las cifras sean menores en la realidad", afirma Rouby, antes de añadir que, si la tendencia continúa, la tasa de crecimiento podría caer por debajo de cero, un umbral que indicaría un declive poblacional.

CIERRE A LA PESCA

Desde 2024, el Gobierno francés ha cerrado el golfo de Vizcaya a la pesca durante un mes cada enero para proteger a los delfines. Si bien algunos datos sugieren que la medida ha sido útil, Rouby destaca que un calendario más flexible podría funcionar mejor.

Los delfines son los principales depredadores del golfo de Vizcaya y desempeñan un papel fundamental en el ecosistema. Sin ellos, las poblaciones de peces podrían descontrolarse y, a su vez, consumirían demasiado plancton y vegetación hasta el colapso del sistema, según Rouby.

(SERVIMEDIA)
16 Oct 2025
MGR/gja/mjg