Los datos apuntan a que el efecto negativo de la pandemia fue coyuntural y que se produjo un regreso a los niveles pre-covid, aunque los investigadores manifestaron que “habrá que esperar a que se prolongue la serie temporal para poder asegurarlo”.

Se presentaron porcentajes como la tasa de población joven en riesgo de pobreza y exclusión, que afectó a un 27,3% del total de jóvenes, o los porcentajes de desempleo (22,4%), que doblaron la media europea (11,3%), indicó Fad Juventud.

Pese al evidente descenso de la precariedad laboral juvenil que mostraron algunos indicadores, España se posicionó en los primeros puestos de Europa en variables como la tasa de temporalidad o de parcialidad involuntaria.

Los valores del índice para las mujeres permanecieron por debajo del de los hombres en todos los años del periodo observado. Los peores datos para las mujeres en relación a la empleabilidad y a la calidad del empleo mostraron su impacto en indicadores como el riesgo de pobreza, la capacidad de ahorro o el pesimismo respecto al futuro.