Según informó este viernes el Instituto Armado, los arrestos se enmarcan en la segunda fase de una operación iniciada el año pasado contra la estructura logística de Hezbolá encargada de obtener componentes fundamentales para la fabricación de drones.

Los investigadores han realizado varios registros en inmuebles que funcionaban como domicilios de los investigados y sedes sociales de empresas españolas implicadas directamente en la adquisición de material para construir estos aparatos no tripulados.

La red criminal utilizaba datos de identidad de personas de múltiples países, obtenidos a través de la actividad empresarial en el ámbito de la compraventa de entradas de fútbol de diferentes competiciones oficiales, para falsificar facturas y fragmentar la compra de material.

SOFISTICADA OPERATIVA

Las empresas investigadas eludían los controles aduaneros y de exportación de mercancías, así como los mecanismos de fiscalización de la actividad comercial, ocultando la verdadera naturaleza y destino de los cargamentos enviados desde España y otros países al Líbano.

Los drones ensamblados por Hezbolá con estos materiales pueden transportar cargas explosivas de varios kilogramos y recorrer grandes distancias variando el perfil de vuelo, lo que los hace muy difíciles de neutralizar incluso por sistemas avanzados como el Iron Dome israelí.

Desde el 7 de octubre de 2023, Hezbolá ha realizado ataques contra Israel con varios centenares de drones, causando víctimas mortales y daños materiales, según destaca la Guardia Civil en su comunicado.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL

La operación ha contado con la coordinación de Eurojust y la participación de diversas agencias de seguridad europeas como la DGSI francesa, la BKA alemana y el Counter Terrorism Command de la Metropolitan Police británica.

El juez ha decretado el ingreso en prisión de uno de los detenidos, mientras que los otros dos han quedado en libertad provisional con medidas cautelares.

La investigación se inició en julio del año pasado y el análisis de las evidencias recogidas en esa primera fase ha permitido identificar a nuevas personas implicadas y acreditar el modus operandi empleado por esta estructura logística.

El ala militar de Hezbolá está catalogado como organización terrorista según la Decisión PESC 2023/1514 del Consejo de la UE, y los materiales adquiridos por la red desarticulada son plenamente compatibles con los empleados por esta organización para construir drones.

Los investigadores han podido determinar que la red operaba en diferentes países, lo que ha requerido articular distintas medidas de investigación tanto en el marco de la UE como en terceros países.