Según informó este viernes el Instituto Armado, el arrestado por estos hechos ha sido acusado por los delitos contra la flora y fauna y una infracción a la Ley de Contrabando.

La investigación se inició cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) detectó la comercialización irregular de piezas de marfil en portales web especializados, donde se localizaron cerca de 40 anuncios de venta de figuras sin los certificados Cites necesarios.

Los agentes identificaron a un usuario residente en Vizcaya que ofertaba estos artículos sin la documentación requerida, lo que llevó a realizar dos registros en ubicaciones vinculadas a la empresa investigada tras recibir el informe técnico de la autoridad administrativa Cites Nacional.

Entre las 54 piezas de marfil decomisadas destacan bastones con empuñaduras talladas en forma de animales, esculturas de emperadores y geishas, figuras representativas de la cultura japonesa, abanicos ornamentados, jarrones decorativos, cajas antiguas y colmillos de elefante con y sin peana.

MERCADO ASIÁTICO

La operación ha permitido evitar la posible exportación ilegal de estas piezas hacia mercados internacionales, especialmente el asiático, donde existe una gran demanda de este tipo de artículos protegidos por la legislación internacional.

La Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) efectúa búsquedas sistemáticas en Internet para detectar actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de especies protegidas, siendo el comercio irregular de marfil una de sus principales preocupaciones.

En el marco de la UE, el comercio de marfil de elefante está prohibido con carácter general, requiriendo un certificado Cites UE para su compra, venta, transporte y posesión con fines comerciales.

OPERACIÓN 'RIBTOOL'

La denominada 'Operación Ribtool' ha sido desarrollada por la Ucoma del Seprona con la colaboración del comité de expertos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 6 de Vizcaya.

Durante los registros también se localizaron 68 esculturas con incrustaciones de marfil que figuraban en el catálogo descargable del portal web, incluyendo cuadros con crucifijos, muebles antiguos y figuras de caballos y dragones tallados.

Las autoridades recuerdan que la comercialización sin autorización de estas piezas constituye un delito de tráfico de especies protegidas y, si su valor supera los 50.000 euros, podría suponer una infracción penal por contrabando.