Según informó la Policía este viernes, esta operación supone un importante golpe al tráfico de armas y al narcotráfico en el sur de España, ya que interrumpe el flujo de armamento hacia otros grupos criminales de la región.

La intervención se ha saldado con 25 detenidos en las provincias de Almería, Barcelona y Cádiz, donde se han realizado 49 registros con la participación de más de 400 agentes.

A los arrestados se les ha intervenido un lanzacohetes, 5 armas cortas, 10 armas largas, chalecos balísticos y miles de cartuchos de munición de diferentes calibres. También se localizaron 21 plantaciones indoor con 5.676 plantas de marihuana y 25 kilogramos de cogollos.

El operativo ha permitido intervenir 80.000 euros en efectivo, criptoactivos, 12 vehículos de alta gama, dispositivos electrónicos y abundante documentación relacionada con las actividades ilícitas del grupo criminal.

ESTRUCTURA JERARQUIZADA

La organización desmantelada, que encabezaba un español de 35 años, contaba con una estricta jerarquía y tres ramas diferenciadas: cultivo y procesamiento de marihuana, adquisición de armas en países europeos y distribución a usuarios finales en el sur de España.

Las investigaciones se iniciaron en 2022 cuando, tras varias operaciones contra el narcotráfico, los agentes detectaron características similares en las armas incautadas que apuntaban a un proveedor común estructurado.

El grupo criminal operaba principalmente desde Pechina, en la zona del bajo Andarax almeriense, desde donde coordinaba el tráfico de armas y el cultivo indoor de marihuana destinada a países centroeuropeos.

Una rama específica de la organización, supervisada por el hombre de confianza del líder, se encargaba de blanquear los cuantiosos beneficios obtenidos a través de estas actividades ilegales.

PRISIÓN PREVENTIVA

El Juzgado de Instrucción número Dos de Almería ha decretado el ingreso en prisión de 15 de los 25 detenidos, mientras la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

La operación ha permitido desarticular una de las principales redes de suministro de armamento a organizaciones criminales que operaban en el sur de la península, según las fuentes policiales consultadas.

Los investigadores destacan la capacidad logística del grupo para mantener un suministro centralizado y estructurado de armas y municiones, atendiendo las peticiones de otras organizaciones delictivas de la zona.