Las pesqusas sobre la banda, dedicada al tráfico de hachís entre Marruecos y España, comenzaron hace varias semanas al ser localizados en la zona a individuos residentes en La Línea de la Concepción (Cádiz) con antecedentes policiales por hechos similares.

Las investigaciones dieron con un lujoso chalet en una conocida urbanización junto a la playa, donde residían los ahora detenidos y servía como guarida para la droga. La banda contaba con los servicios de un vigilante de seguridad, que alertaba de la presenca policial en caso de desembarco del hachís.

Después de una continua vigilancia durante varios días y noches, y tras el desembarco de un alijo de droga, la Policía, con la ayuda de los Grupos Operativos Especiales (GOES), penetró en el domicilio incautándose de trescientos cincuenta kilos de hachís y deteniendo a nueve personas.

En la operación, que contó con un importante despliegue policial, resultaron heridos varios agentes, entre ellos el jefe del Grupo de Policía Judicial, que fue mordido po un perro adiestrado que acompañaba al vigilante de seguridad, y un miembro de los GOES, que se fracturó un tobillo durante la persecución de los narcotraficantes.

La banda ahora desarticulada contaba con impresionantes medios de comunicación y transmisión. En todo momento, los ocupantes del chalet mantenían contacto con los ocupantes de las pateras y, a su vez, éstos con el vigilante de seguridad, quien disponía de unos prismáticos dotados con infrarrojos.

Las operaciones de desembarco de la droa siempre la realizaban en noches de luna nueva, jornadas en las que toda la iluminación urbana de la urbanización era cortada por el vigilante de seguridad.

Entre los detenidos, todos ellos residentes en La Línea de la Concepción, destaca la presencia de Manuel Andero del Barrero, quien disfrutaba de libertad provisional bajo fianza de cuarenta y cinco millones de pesetas por un delito similar.