Según informó a Servimedia un portavoz del Cuerpo, el hallazgo se produjo sobre las ocho de la tarde, cuando un coche patrulla muniipal hacía una ronda de vigilancia por esa zona.

En medio de unos escombros vertidos en el Parque de la Paloma, del barrio del Zofío, los agentes detectaron varios depósitos que les llamaron la atención, debido a su color blanco.

Al analizar los contenedores, los funcionarios descubrieron que se trataba de unos detectores iónicos de humos, en cuyo exterior figuraba el símbolo de las tres aspas que advierte de su contendio radiactivo, así como una inscripción que advertía del peligro de manipular l interior de los depósitos.

Los funcionarios informaron de su hallazgo a la central, donde les comunicaron que trasladaran los detectores a la empresa que los fabricó, Guardián Ibérica S.A., cuya sede está situada en la calle Muller, para su análisis.

La Policía Municipal, que ha abierto una investigación para averiguar la procedencia de los depósitos, sospecha que los detectores han sido depositados recientemente en el parque, junto con otro material de desecho, por alguna empresa o estableciminto comercial.

"SUPERPROTEGIDOS"

Por su parte, fuentes de la empresa fabricante explicaron a Servimedia que los detectores no entrañan ningún peligro, porque están "superprotegidos". "Si fueran peligrosos, no los dejarían instalar en los comercios", agregó.

Estos aparatos son empleados para detectar el humo en caso de incendio y se utilizan en gran cantidad de empresas, entidades bancarias y distintos establecimientos comerciales

El citado portavoz explicó que para que los detectores sean eligros hay que abrirlos y quitar todo su contenido para llegar a la fuente radiactiva, que "es muy pequeñita". "Por estar abandonados en la calle no pasa absolutamente nada, aunque nuestra empresa, para evitar cualquier problema, se compromete a recogerlos gratuitamente a los clientes, ya que tenemos autorización para manipularlos aquí".

Según el portavoz de Guardián Ibérica, aunque los aparatos no entrañen peligro, hay que entregarlos a alguna empresa autorizada para su recogida. "Lo que no es norma es tirarlos así en cualquier sitio", añadió. "Que yo sepa, nunca había ocurrido algo así".