Investigación
Descubren biomarcadores que predicen qué pacientes no responderán a la quimioterapia contra el cáncer

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Un equipo investigador liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), junto a la Universidad de Cambridge y la empresa Tailor Bio, ha desarrollado un método que predice en qué pacientes no serán eficaces los tratamientos estándar con quimioterapias de uso frecuente, basados en los compuestos con platino, taxanos y antraciclinas.
El trabajo publicado en ‘Nature Genetics’ muestra que se trata de unos biomarcadores cuyo uso clínico podría evitar efectos secundarios y aplicar un tratamiento más eficaz. También se descubrió un test genómico que permite que tres quimioterapias estándar se usen de forma dirigida, es decir, en pacientes que se saben que pueden responder a ellas.
El investigador del CNIO y uno de los primeros autores del trabajo Joe Sneath Thompson explicó que esta prueba puede aplicarse a diferentes tipos de cáncer y los resultados de esta investigación “pueden beneficiar a unos cientos de miles de pacientes al año”.
Además, los citados biomarcadores que introduce el estudio permiten la estratificación de pacientes cuando se emplean múltiples quimioterapias no desarrolladas originalmente como terapias dirigidas. El jefe del Grupo de Oncología Computacional del CNIO, Geoff Macintyre, celebró que se halló la manera de “hacer medicina de precisión con quimioterapias estándar”.
El método desarrollado por el equipo del CNIO se basa en el hecho de que muchos tumores acumulan alteraciones o cambios en el número de cromosomas de sus células. Una consecuencia es que “las células cancerosas no tienen la cantidad de material genético adecuado”, explicó otra de las primeras autoras del estudio e integrante de Tailor Bio Laura Madrid.
Estas alteraciones son diferentes en cada tumor, de manera que su conjunto conforma un patrón característico, una firma de inestabilidad cromosómica. El estudio ahora publicado desarrolla biomarcadores basados en estas firmas de inestabilidad cromosómica.
Estos biomarcadores permiten “detectar con antelación” qué pacientes son resistentes a estos tratamientos para poder elegir otros alternativos y más eficaces, con lo que se evitarían efectos secundarios “innecesarios”, recalcó Macintyre.
Asimismo, el uso preciso de la quimioterapia beneficia no solo a los pacientes, sino al sistema en su conjunto: al reducirse el gasto en terapias ineficaces, y en tratar complicaciones relacionadas con los efectos secundarios de la terapia, disminuye el gasto sanitario.
Una vez desarrollados los biomarcadores, el equipo del CNIO puso a prueba sus biomarcadores con un ensayo emulado, es decir, con datos ya existentes. Los autores recurrieron a gran cantidad de datos procedentes de pacientes con cáncer que ya fueron tratados con las quimioterapias analizadas en el estudio.
En concreto, el grupo trabajó con datos de 840 pacientes con diferentes tipos de cáncer. Usaron datos de pacientes con “cáncer de mama, próstata, ovario y sarcoma”, indicó la investigadora del CNIO y también autora del trabajo Bárbara Hernando. Así demostraron la eficacia de los biomarcadores de resistencia que proponen ante alguno de los tres tipos de quimioterapia evaluados.
Este estudio fue posible gracias al apoyo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Cancer Research UK y la Fundación “la Caixa”.
(SERVIMEDIA)
23 Jun 2025
AGG/pai