Dolor

Descubren cómo calmar a las neuronas transmisoras del dolor con una ‘morfina’ que ellas producen

MADRID
SERVIMEDIA

Un estudio internacional liderado por científicos de la Universidad de Granada (UGR) ha demostrado cómo calmar a las neuronas transmisoras del dolor usando una ‘morfina’ que ellas mismas producen, lo que podría dar lugar al desarrollo de nuevos analgésicos para tratar esta dolencia cuando se presente de forma crónica.

Según informó este viernes el centro universitario, la piel es el órgano más grande del cuerpo, y tiene una función clave de relación con el ambiente. Para ello se dispone de neuronas sensoriales, las cuales transmiten la información desde la piel al cerebro.

Sin embargo, no todas las neuronas sensoriales son iguales, ya que mientras que algunas se encargan de transmitir sensaciones como el tacto, otras se encargan de transmitir las sensaciones dolorosas. Estas últimas se denominan nociceptores.

El dolor crónico es muy incapacitante, y lo padece un gran número de personas en todo el mundo. En esta situación se producen sustancias químicas que estimulan a los nociceptores, los cuales se sensibilizan y amplifican en gran medida su actividad.

Esto hace que cuando reciben un estímulo sensorial, aunque no sea muy intenso (como puede ser una leve presión en la piel), estas neuronas transmitan la sensación de dolor. Parte de estos nociceptores produce una sustancia que tiene los mismos efectos en el alivio del dolor que la morfina, denominada endomorfina-2.

MORFINA ENDÓGENA

Sin embargo, a pesar de la presencia de esta ‘morfina’ endógena, cuando los nociceptores están sensibilizados transmiten con facilidad la sensación dolorosa.

Esta investigación, liderada por la UGR (departamento de Farmacología e Instituto de Neurociencias, Centro de Investigación Biomédica e ibs.Granada), en colaboración con el Instituto Teófilo Hernando de I+D del Medicamento, el Instituto Cajal (CSIC) y la Universidad de Harvard, ha descubierto que bloqueando una pequeña proteína que expresan estas neuronas, llamada receptor sigma-1, el efecto de la endomorfina-2 de los nociceptores se incrementa en gran medida y es capaz de frenar la sensación de dolor.

Este efecto se produce sólo donde está el nociceptor sensibilizado, por lo que podría dar lugar a un alivio del dolor similar al de la morfina pero limitado exclusivamente a la zona dolorida.

Según los investigadores del departamento de Farmacología de la UGR Enrique J. Cobos del Moral y Mª Carmen Ruiz Cantero, que lideraron esta investigación, “la inhibición del receptor sigma-1 podría ser de gran interés para incrementar los mecanismos endógenos de alivio del dolor, y así tratar de manera más eficaz el dolor crónico mediante un mecanismo novedoso”.

Estos resultados acaban de publicarse en la revista ‘British Journal of Pharmacology’.

(SERVIMEDIA)
20 Ene 2023
ABG/clc