Según la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), el buque llegó durante esta pasada noche al puerto, tras 4 días de navegación. Sobre las 04.05 de la noche comenzó el desembarco, que sucedió "sin complicaciones y con agilidad", agregó.

Las 43 personas rescatadas el pasado 16 de febrero pasarán ahora a disposición de las autoridades locales y comenzarán los procesos administrativos fronterizos. En la mayoría de los casos, "recibirán orden de expulsión", lamentó la ONG.

A pesar de la rapidez en la asignación de puerto desde un primer momento, SMH criticó la distancia del lugar asignado, a 1.200 del lugar de rescate.

Destacó que en la travesía hasta Ortona, pasaron "por delante de decenas de puertos más cercanos, los que más, en Sicilia, a menos de un día de donde se encontraba el barco en un primer momento".

SMH informó también de que a a las pocas horas del rescate, el 'Aita Mari' recibió un aviso de otros posibles botes en la zona, uno con 80 personas y otro con 40. Tras consultar con Italia, el mismo Gobierno ordenó al capitán del 'Aita Mari' retroceder y rastrear la zona SAR Libia en busca de otras embarcaciones. Sin embargo, se encontraron dos botes vacíos, claramente evacuados y devueltos en caliente por la guardia costera de Túnez y Libia.

Al comunicarlo al Gobierno italiano, "nos ordenaron partir de inmediato hacia puerto, sin ninguna demora más", indicó la ONG. En definitiva, "el 'Aita Mari' fue obligado a hacer una travesía de 4 días a un puerto lejano sin margen suficiente para realizar más asistencias humanitarias", criticó. Debido a ello, el barco llegó a puerto con 43 personas, cuando la capacidad máxima es de 150.

Además, prosiguió, la previsión meteorológica contraria obligará al 'Aita Mari' a permanecer en puerto probablemente toda la próxima semana.

A juicio de SMH, "medidas como las de asignar puertos lejanos demuestran la intención de vaciar de recursos de salvamento y de testigos la ruta del Mediterráneo central, facilitando las devoluciones en caliente con impunidad".

Esta estrategia de puertos lejanos supone también un gran desgaste para la tripulación y las personas rescatadas, además de poner en riesgo el futuro de la misión, denunció SMH.