Según informó este miércoles el Instituto Armado, la operación ha revelado que empresas francesas, implicadas en esta trama, habrían logrado ingresos superiores a los 16 millones de euros desde 2020.

La investigación comenzó tras detectarse movimientos inusuales de residuos entre distintos países europeos. Las pesquisas condujeron al descubrimiento de la red, que operaba burlando los controles establecidos para la gestión de desechos peligrosos.

El cuerpo de seguridad detalló que las prácticas ilegales de la organización representaban un grave riesgo para el medio ambiente y la salud pública. La documentación falsa utilizada por los criminales les permitía evadir las regulaciones ambientales europeas.

La operación ha dado como resultado la detención de varios individuos y la incautación de documentos y material relacionado con el tráfico ilícito. La Guardia Civil ha puesto énfasis en la relevancia del caso dado el volumen de residuos manejados y la cantidad de dinero generado ilegalmente.

IMPACTO AMBIENTAL

La red utilizaba infraestructuras en Zaragoza y Lérida para depositar los residuos. Estos vertederos no estaban autorizados para almacenar desechos peligrosos, lo que supone una infracción grave de las leyes de gestión de residuos.

El impacto ambiental causado por la actividad ilícita es aún objeto de evaluación, pero se anticipa que las consecuencias serán significativas. Las autoridades están trabajando en medidas para mitigar los daños y prevenir futuros incidentes similares.

La Guardia Civil ha reforzado su compromiso con la lucha contra los delitos ambientales. La colaboración internacional ha sido clave en el éxito de la operación, destacando la importancia de la cooperación entre agencias para enfrentar este tipo de crimen organizado.