Esta organización se basa en los últimos análisis de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), de 2021, según los cuales un 40% de las 1.904 muestras analizadas tuvieron uno o más restos de plaguicidas, un 5% más que el año anterior.

La organización ecologista consideró este miércoles “preocupante” que hasta 46 plaguicidas no autorizados por la UE sigan presentes en los alimentos y que se hayan detectado 17 pesticidas de la lista de ‘candidatos a la sustitución’, sustancias tan peligrosas que Europa obliga a sustituirlas por alternativas seguras.

En los análisis de AESAN también se detectaron restos de 66 de plaguicidas con capacidad de alterar el sistema hormonal (o disruptores endocrinos), que pueden causar daños a la salud y al medioambiente en muy pequeñas cantidades.

Las frutas y verduras fueron los alimentos con mayor número de residuos de plaguicidas, pues 121 (65 de ellos disruptores endocrinos) contaminaron un 43% de las muestras.

Los alimentos con mayor número de plaguicidas fueron las uvas de mesa, con 51 sustancias (28 disruptores endocrinos), y los pimientos dulces, con 32 (18 disruptores endocrinos). En cuanto a las muestras de origen animal, un 3,4% contenían plaguicidas.

“El riesgo para la población no se elimina lavando o pelando los alimentos. Es imprescindible que el Gobierno español tome medidas, como apoyar y cumplir el objetivo de reducir al 50% el uso de plaguicidas para 2030 propuesto por el Reglamento Europeo de Uso Sostenible de Plaguicidas. Para ello son necesarias ayudas al sector agrícola, que debe aprender nuevas formas de cultivar alimentos sin el empleo arcaico de tóxicos”, según Kistiñe García, portavoz de Ecologistas en Acción.

Koldo Hernández, también portavoz de Ecologistas en Acción, añadió que “el Gobierno también debe investigar por qué más de un tercio de los plaguicidas detectados no están autorizados, y debe sustituir los plaguicidas más peligrosos autorizados de la lista de candidatos, por alternativas más sostenibles”.