Queiruba, que no está reclamado en España, fue condenado en su día por asociación de malhechores en Francia y obtuvo posteriormente la libertad, condicionada a que no estableciera su residencia en los alrededores de la frontera española, según informaron a Servimedia fuentes del Ministerio del Interior español.

La jueza Levert ordenó su detención cuando el presunto etarra se encontraba en su omicilio y posteriormente fue interrogado en la comisaría de la localidad francesa de Hendaya.

Según las fuentes consultadas, Queiruba es sospechoso de haber participado hace unos años en la colocación de al menos tres artefactos explosivos en Navarra, que causaron daños personales.