Según informó este miércoles la Policía, tanto el arrestado como su familia empleaban grandes medidas de seguridad, cambiando de identidades, vehículos y teléfonos móviles para dificultar la investigación. De hecho, su hijo de siete años estaba matriculado en un colegio con una filiación falsa.

La investigación se inició en 2021, cuando se supo que el ahora detenido, cabecilla de un importante clan criminal en Francia, había acribillado con un subfusil el coche de un clan rival cuando iba con su hija menor, a la que hirieron gravemente. El prófugo se enfrenta en el país galo a una posible condena a cadena perpetua por tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.

Tras intensa colaboración policial entre ambos países, en 2023 el Grupo de Búsqueda Activa de Fugitivos de Francia asumió el caso. Finalmente, esta semana se detuvo al prófugo en Madrid cuando se dirigía a su vehículo, aunque opuso gran resistencia.

La persecución del prófugo se centró inicialmente entre Murcia y Madrid. Posteriormente, se le localizó en Torrevieja, donde logró escapar antes de la llegada de los agentes. Este incidente puso de manifiesto que no solo el fugitivo, sino también su familia, utilizaban identidades falsas para ocultarse.

CÓMPLICES EN ESPAÑA

Las autoridades francesas emitieron 16 órdenes europeas de investigación para tratar de dar con su paradero. La colaboración policial internacional resultó clave para localizar finalmente al individuo cuando regresaba a su vehículo en el barrio madrileño de Tetuán.

Pese a la detención, la investigación continúa abierta, pues se sospecha que el arrestado contaba con una amplia red de apoyos y cómplices que le ayudaron a ocultarse durante estos tres años en España. Por el momento, el detenido ha sido puesto a disposición de la Audiencia Nacional.

Las autoridades galas han mostrado su satisfacción por una detención que pone fin a una de sus persecuciones más complejas de los últimos años. El fugitivo ya había demostrado en el pasado una gran capacidad para burlar a las fuerzas de seguridad francesas.

Ahora corresponde a la Justicia de ese país solicitar su extradición para que el detenido sea finalmente juzgado por los graves delitos que se le imputan. La condena a la que se enfrentaría, de ser declarado culpable, sería de cadena perpetua.