Según informó este martes la Policía, la investigación se inició el pasado 7 de agosto, cuando una adolescente acudió con su madre a dependencias policiales para denunciar que un varón adulto, conociendo su condición de menor, mantenía contacto con ella a través de mensajería instantánea con conversaciones de índole sexual.

El detenido utilizaba el engaño para solicitar intercambio de contenido pornográfico con la menor, llegando incluso a proponerle mantener un encuentro sexual, aunque la rápida actuación policial impidió que este encuentro llegara a producirse.

Las investigaciones permitieron identificar al presunto agresor, por lo que se estableció un dispositivo especial que culminó el 25 de agosto con su detención como presunto responsable de varios delitos contra la libertad sexual, corrupción de menores y posesión de pornografía infantil.

MÉTODO DELICTIVO

El detenido dejaba mensajes con su número de teléfono en el interior de los lavabos femeninos de establecimientos situados en las carreteras, buscando así captar posibles víctimas entre las usuarias de estos servicios.

Las pesquisas policiales se desarrollaron entre las localidades de Pozuelo y Valdepeñas, donde los agentes pudieron constatar el 'modus operandi' utilizado por el presunto agresor para contactar con mujeres y menores.

La investigación permitió evitar que se consumara el encuentro sexual que el detenido había propuesto a la menor, tras ganarse su confianza mediante engaños a través de las conversaciones mantenidas por mensajería instantánea.

La actuación policial ha permitido poner a disposición judicial al presunto responsable de estos graves delitos, evitando así que pudiera seguir captando nuevas víctimas mediante este sistema de contacto.

CONSEJOS DE PREVENCIÓN

La Policía Nacional aprovechó para recordar que el 'grooming' es un delito que consiste en contactar con menores de 16 años a través de Internet para obtener material pornográfico o fines sexuales mediante engaños. Los agentes aconsejan desconfiar de desconocidos que contacten a través de Internet, ya sea por chats de videojuegos o redes sociales, y nunca compartir imágenes ni vídeos íntimos.

En caso de producirse una situación de acoso, las autoridades insisten en no ceder al chantaje y pedir ayuda inmediatamente a un adulto de confianza, además de denunciar los hechos en una comisaría.

El cuerpo policial destacó la importancia de la prevención y concienciación sobre los riesgos y peligros en Internet, especialmente entre los menores de edad, que son más vulnerables ante este tipo de delitos.