Esta campaña de larga duración, pues se prolongará hasta el próximo 14 de diciembre, busca conmover, interpelar y movilizar a la ciudadanía, haciéndola consciente de que la seguridad vial no es un tema ajeno o técnico, sino una cuestión profundamente humana y una responsabilidad compartida.

El eslogan resume la idea que quiere transmitir la DGT de que sobrevivir a un siniestro de tráfico mortal que se ha provocado supone estar “muerto en vida”, ya que ese suceso traumático acompañará para siempre, de día y de noche.

Las piezas de la campaña tienen un tono emotivo, cinematográfico y efectista con el objetivo de impactar al espectador y hacerle reflexionar. Así, se ve a un conductor que, en cuestión de segundos, pasa de ir circulando con normalidad a provocar un siniestro en el que fallecen una madre y su hija por haber mirado un mensaje en el móvil, y haber apartado los ojos de la carretera.

CONSECUENCIAS

Tras el impacto llegan las consecuencias no solo físicas, sino también psicológicas o judiciales que acompañarán al protagonista el resto de su vida: insomnio, ansiedad, pastillas, una condena penal…

La DGT trata de transmitir el mensaje de que las consecuencias de un siniestro de tráfico son reales, profundas y para toda la vida, y que, en muchos casos, el siniestro se desencadena por una decisión del conductor que la mayoría de las veces podría haberse evitado, como una distracción, una velocidad inadecuada, conducir bajo los efectos del alcohol y otras drogas o conducir con sueño.

Para la campaña, producida por Roma para Ogilvy, se han realizado varias piezas audiovisuales de 45, 30 y 20 segundos que podrán verse en televisión, cines y redes sociales.

También se han elaborado cuñas para radio, piezas para exterior y medios impresos, además de piezas cortas para redes sociales y una web específica: ‘moriroperdertuvida.dgt.es’.