Así lo manifestó la doctora del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Yolanda Escobar, durante un diálogo, promovido por la agencia de noticias Servimedia y la compañía de ciencia y tecnología Merck, en el marco del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, que se celebra este domingo.

La doctora Escobar insistió en que “al igual que ocurre en todos los cánceres, en el de cabeza y cuello cuanto antes se diagnostique mayor será la supervivencia y menor la agresividad terapéutica, ya que estos pacientes pueden quedarse sin habla, sin olfato, sin gusto y con problemas para beber y comer”.

Por ello, insistió en que ante ciertos síntomas, “aunque parezcan banales”, como afonía, una úlcera en la boca o un bulto en el cuello, “si no mejoran o empeoran en 15 días, hay que acudir al médico”. Normalmente, el especialista de Atención Primaria y el odontólogo son los primeros en diagnosticar esta enfermedad.

En cuanto a su incidencia, se estima que este año en el mundo se diagnosticarán unos 850.000 nuevos casos de cáncer de cabeza y cuello, mientras que en España se espera que en 2023 haya unos 12.500 casos, de los cuales casi 8.000 serán de cavidad oral y orofaringe y el resto de laringe con mayor predominio entre los hombres.

La doctora Yolanda Escobar | Foto de Servimedia/Esteban Mesón

IGNORANCIA SOCIAL

Pese a estas cifras, la oncóloga reconoció su sorpresa “ante la ignorancia social que existe sobre este tipo de tumor". "Es cierto que como no se refiere a un órgano concreto como la mama o el colon, al ser un territorio más ambiguo, las personas no saben ubicar exactamente este cáncer”, precisó.

De hecho, explicó que el cáncer de cabeza y cuello son muchas enfermedades diferentes aunque el tipo histológico que predomina es el carcinoma epidermoide y su ubicación es la mucosa de las vías aereo-digestivas superiores. “Para entenderlo, si la piel es nuestro forro externo, la mucosa es el interno desde la boca y la nariz hasta el ano”, puntualizó.

El tratamiento de esta enfermedad se apoya en tres puntales terapéuticos: la cirugía, la radioterapia y quimioterapia, y la inmunoterapia como el último incorporado. “El tratamiento puede ser extraordinario pero enormemente agresivo y dejar grandes secuelas en la calidad de vida del paciente, ya que en una zona muy pequeña se concentran todos los sentidos”.

Además, este tipo de tumor, por sus peculiaridades, le hacen al paciente especialmente vulnerable con una gran necesidad de cuidados.

Ante esta afirmación, la cuidadora y voluntaria de la Asociación Española de Pacientes de Cáncer de Cabeza y Cuello, Raquel Fernández, coincidió en que este tipo de tumor “deja secuelas físicas, emocionales y sociales muy grandes para el paciente. De hecho, es uno de los cánceres que más cuidados necesita”.

La cuidadora Raquel Fernández | Foto de Servimedia/Esteban Mesón

ABANDONO DEL CUIDADOR

A este respecto, Fernández remarcó que “el cáncer entra en la familia y en varios niveles como el social y económico". "En mi caso, mi marido fue diagnosticado con cáncer de faringe y no puede hablar, además de haber perdido el olfato y el gusto. Cuando permaneces en el hospital estás apoyada por profesionales, pero cuando llegas a casa no sabes qué hacer y no tienes a nadie que te ayude. Nadie te enseña a sobrellevar algo así. Gracias a que conocí la asociación, pude salir adelante”.

Además, la psicooncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Mónica Caballero, señaló que el cáncer de cabeza y cuello también “impacta en la imagen corporal y la autoestima del paciente". "Por ello, intentamos darles herramientas para superar esta situación al igual que al familiar que no sabe qué hacer y deja de cuidarse a sí mismo”.

Con el objetivo de ayudar a estos cuidadores y cuidadoras, Merck ha lanzado la ‘Guía para Cuidadores de Pacientes con Cáncer de Cabeza y Cuello’ que a lo largo de 20 páginas ofrece recomendaciones de familiares y profesionales para cuidar y cuidarse.

La directora de Market Access, Public Affairs & Policy de Merck en España, Marisa García-Vaquero, destacó que “la figura del cuidador no profesional es clave”. En España, hay más de dos millones de personas dependientes atendidas en su mayoría por estos cuidadores no profesionales, "quienes anteponen las necesidades del paciente”. El 57% de los mismos “dan mayor importancia a la salud de las personas que están cuidando que a la suya propia y esto nos lleva a preguntarnos: ¿Quién cuida de los que cuida?”.

Por ello, García-Vaquero destacó que el valor añadido de esta herramienta de apoyo es que ha sido desarrollada por un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios especializados en el tratamiento de este tumor en colaboración con los propios cuidadores para ofrecer recomendaciones de autocuidado realistas y ajustadas a las necesidades del cuidador”.