Así se manifestó Díaz a preguntas de los medios en el marco de la cumbre ‘El futuro del trabajo y el diálogo social’, que se celebra en Santiago de Compostela con la participación de los ministros de Trabajo de la UE con motivo de la presidencia española.

La vicepresidenta aseguró que el mercado laboral “se está comportando bien” en medio de la incertidumbre que se vive por circunstancias como la guerra en Ucrania, la inflación o la recesión en Alemania

Negó que España tenga un problema importante con las vacantes sin cubrir, ya que estas “no son el problema del mercado de trabajo español”, sino “las horas excesivas que se hacen sin retribuir” y “el paro estructural elevado”.

La titular de Trabajo reforzó su tesis explicando que “no somos EEUU y ni siquiera España está en la media de la UE”, que ronda el 3%, mientras que el promedio nacional se queda en el 0,9%, según las cifras de Eurostat, la oficina estadística de la UE.

Asimismo, Díaz afirmó que “España va a seguir subiendo” el salario mínimo interprofesional (SMI) y los sueldos en general y explicó que las retribuciones de los trabajadores “no son la causa” de la inflación, sino que los culpables son los elevados beneficios de determinados sectores y empresas.

LA PRESIDENCIA MÁS SOCIAL

Por otra parte, Díaz mostró su deseo de que la española sea “la Presidencia más social” de la UE y valoró positivamente el cambio de respuesta ante las crisis que se ha producido en las instituciones comunitarias.

“Hay dos modelos de Europa: el que causó un enorme dolor en la crisis anterior (2008) y el de la Europa de la pandemia, que abrió las ventanas y dijo que quería una Europa más social, sin abandonar a los trabajadores”, proclamó.

En este punto, señaló que “esta es la mejor Europa posible, la que da la mano y convierte el diálogo social en la mejor herramienta para transformar la vida de la gente”.

Por último, la ministra defendió la ‘ley rider’ española para regular los derechos de quienes trabajan en plataformas y apuntó que España va a trabajar para que se pueda aprobar finalmente una Directiva sobre plataformas en la UE que, en la actualidad, se encuentra en plenas negociaciones y con posiciones encontradas entre países.