Así lo expresó Díaz en rueda de prensa tras reunirse con la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas y el Consejo de la Juventud de España, en el marco de la elaboración del Estatuto del Becario, al ser preguntada por las advertencias de algunos rectores de que podrían reducirse las oportunidades de formación práctica para los jóvenes con la aprobación de esta norma.

Díaz defendió que “con las posibilidades” que da la reforma laboral con los contratos formativos y con la aprobación del Estatuto del Becario “van a tener una enorme oportunidad”. Por ello, les pidió “altura de miras y compromiso con nuestro país” como, según dijo, siempre solicita también a los agentes sociales.

Además, se mostró segura de que “como han hecho con la reforma laboral”, las universidades “se van a comprometer también con la regulación” del Estatuto del Becario, que “es principal” en España. Asimismo, puso en valor que los rectores “han sido grandes aliados en la aplicación de la reforma laboral y, por tanto, evitar la precarización de las relaciones laborales en el seno universitario”.

PROTAGONISTAS

Por otro lado, la vicepresidenta segunda se mostró satisfecha por la reunión con los representantes de los jóvenes, dado que, a su juicio, deben ser “protagonistas” en la elaboración de este Estatuto. “No se podría hacer esta norma sin el protagonismo de las personas que están viviendo esta realidad”, apuntaló.

Igualmente, avisó de que “el mal uso de esta práctica en nuestro país se ha terminado” y recordó que la Inspección de Trabajo ha aplicado más de 3.000 sanciones al detectar “falsos becarios” en las empresas. En este sentido, declaró que las personas en prácticas “no pueden ocupar ninguna actividad que supongan el todo o la parte de la función en el puesto de trabajo porque si fuera así estaríamos ante un fraude de ley”.

Finalmente, sobre la retribución que los becarios deben percibir, la titular de Trabajo precisó que “no son sueldos, sino compensación de gastos”, porque “a un estudiante no le puede salir caro formarse”.

DETALLES DEL ESTATUTO

La reunión de este lunes tuvo lugar tras el segundo encuentro que Trabajo mantuvo la pasada semana con los sindicatos y la patronal, en el que puso sobre la mesa el primer borrador para el futuro Estatuto, al que tuvo acceso Servimedia, y en el que el departamento dirigido por Yolanda Díaz defiende, entre otras medidas, limitar el número de personas en prácticas en función del tamaño de la empresa.

En concreto, dicho texto sugiere que las empresas de entre uno y diez trabajadores puedan tener una única persona en prácticas. Para las compañías de 11 a 30 trabajadores, el tope de personas en prácticas sería de dos; el máximo sería de tres para las que tengan plantillas de entre 31 y 59 empleados, y de un techo del 5% del total de los trabajadores para aquellas con más de 60 personas en plantilla.

También fija que “se presumirá la existencia de relación laboral cuando la actividad desarrollada coincida en todo o en parte con la de una persona trabajadora por cuenta ajena de la empresa y, en todo caso, en los supuestos en los que la actividad desempeñada por la persona en formación no se inscriba en las prácticas a las que hace referencia el apartado anterior”.

Además, recoge que las empresas deberán compensar los gastos en los que la persona en prácticas incurra en el ejercicio de su formación, incluidas aquellas que se desarrollen en el extranjero.

Añade que la jornada deberá ajustarse a los límites de la normativa laboral y que la actividad de la persona en prácticas deberá ceñirse a la formación pactada.

Por otra parte, indica que las personas en prácticas tendrán derecho a tener toda la información antes del inicio de la relación con la empresa; a disfrutar de días de descanso y vacaciones; no se podrá desarrollar la formación en horario nocturno, y a una “adecuada tutorización”.

La inclusión en los protocolos contra el acoso, la protección de que gozan las personas que denuncian situaciones de corrupción o infracciones normativas y la protección de su salud son otros de los derechos que reconoce el primer borrador del Estatuto del Becario.