“Durante este semestre, no sólo se han dado decisivos pasos en el objetivo de avanzar hacia una Europa más social, verde, feminista y democrática, sino que también hemos conseguido introducir en la agenda europea debates innovadores para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la ciudadanía”, señaló Díaz.

Así, destacó que, en materia de políticas laborales y de empleo, la presidencia española del Consejo de Empleo y Políticas Sociales (Epsco) de la UE se ha desarrollado en torno a tres grandes ejes: diálogo social, “trabajo decente” y economía social.

En materia de diálogo social, Díaz presentó junto a la próxima presidencia belga del Consejo de la UE un documento oficioso para que en las cumbres tripartitas se refuerce el diálogo social con los interlocutores sociales europeos a la hora de definir y ejecutar las políticas económicas, sociales y de empleo.

En estos meses, el Consejo Epsco aprobó las primeras Conclusiones sobre democracia en el trabajo y negociación colectiva verde, a fin de alentar la participación de las personas trabajadoras en la empresa, además de reforzar los derechos de información, participación y consulta de los representantes legales de los trabajadores en las empresas.

TRABAJO DECENTE

En materia de “trabajo decente”, Díaz impulsó este semestre la decisión del Consejo por la que a autoriza a los Estados miembros a ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre violencia y acoso en el Trabajo, que llevaba dos años bloqueada. De esta forma, se permitirá mejorar la detección, prevención, sanción y reparación del acoso y la violencia laboral.

El Epsco aprobó también las primeras Conclusiones en materia de salud mental y precariedad laboral, que instan a las instituciones y los interlocutores sociales a combatir la precariedad laboral y sus efectos en la salud mental de las personas trabajadoras. Con este fin se promoverán políticas, legislación e inspección más eficaces.

En materia de seguridad y salud en el trabajo, se han cerrado acuerdos para revisar la normativa sobre los valores límite para el plomo y sus compuestos inorgánicos y los diisocianatos en las Directivas 98/f24/CE contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo y la 2004/37/CE relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes carcinógenos o mutágenos durante el trabajo.

La presidencia española del Consejo culminó, además, un acuerdo con el Parlamento Europeo para una futura directiva sobre el trabajo en plataformas digitales. Inspirada en la denominada 'ley Rider' española, la normativa prevé mejorar las condiciones de trabajo y protección social de las personas que trabajan en estas plataformas, así como sus derechos con respecto a los algoritmos que afectan a su desempeño laboral.

Durante esta presidencia se ha firmado también la primera declaración tripartita europea desde 2016 con los interlocutores sociales europeos. En octubre se suscribió en Barcelona la Declaración Tripartita sobre el Año Europeo de las Competencias, con los gobiernos de Suecia y Bélgica (que ostentaron la presidencia del Consejo de la UE antes y después de España, respectivamente), así como con el Comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, y representantes de las organizaciones sindicales y empresariales europeas.

Asimismo, durante estos meses se han abordado junto con los ministros europeos temáticas como el impacto de la inteligencia artificial en el trabajo en el marco de una transición digital justa, los usos del tiempo y la reducción de la jornada de trabajo o la protección del empleo en el caso de despidos relacionados con las transiciones digital y ecológica.

ECONOMÍA SOCIAL

En el ámbito de la economía social, la presidencia española ha conseguido la aprobación de la Recomendación del Consejo sobre un marco de desarrollo de la Economía Social, el primer texto legislativo de la Unión Europea para promover este modelo de empresas.

“La presidencia española ha contribuido de manera decisiva a reforzar la dimensión social de la Unión Europea, poniendo sobre la mesa temáticas para el debate novedosas e innovadoras en Europa y concluyendo expedientes de gran calado en las condiciones de vida y trabajo de la ciudadanía europea”, resaltó la vicepresidenta segunda.