El IPC se situó en 2005 en España en el 3,7%, mientras que en la zona euro quedó establecido en el 2,2%, lo que deja el diferencial en 1,5 puntos.

Echando la vista atrás diez años, sólo en 2002 se encuentra una cifra peor. Entonces, cuando los precios crecieron en España un 4%, el diferencial de inflación fue de 1,7 puntos, ya que el IPC de la eurozona quedó en el 2,3%.

Desde 1996 sólo ha habido tres años (2000, 2002 y 2005) en los que los precios han crecido en España más de un punto por encima de lo que lo hacían en la UE o en la zona euro (que nació en 1999).

En 1996 los precios subieron en España un 3,2% y en la UE un 2,4% (0,8 de diferencial); en 1997 la inflación se situó en España en el 1,9% y en el 1,6% en los Quince (0,3); en 1998 los precios subieron un 1,4% y un 1% (0,4), respectivamente.

El 1 de enero de 1999 el euro pasó a moneda oficial en 11 países de la UE, aunque hasta 2002 no llegó a los bolsillos de los ciudadanos.

En ese primer año del euro, 1999, los precios subieron en España un 2,8%, y en la eurozona un 1,7% (0,9); en 2000 el diferencial fue de 1,4 puntos, al crecer el IPC un 4% en España y un 2,6% en la zona euro; y en 2001 se situó en 0,8 puntos, fruto de crecimientos del 2,9% en España y 2,1% en los países del euro.

El peor dato se dio en 2002. Entonces la inflación en España repuntó al 4%, mientras que en la zona euro quedó en el 2,3%, con lo que el diferencial se estableció en 1,7 puntos.

En 2003 la diferencia de precios entre España y la zona euro alcanzó los 0,7 puntos, con incrementos del 2,7% en España y del 2% en la eurozona; y en 2004 se llegó a los 0,9%, tras subir el IPC un 3,3% en España y un 2,4% en la zona euro.

En 2005 se elevó de forma considerable este diferencial, que quedó situado en los referidos 1,5 puntos, después de repuntar la inflación en España hasta el 3,7%.