La peor parte se la llevaron Aldea del Fresno, El Álamo y Villamanta, al suroeste de Madrid. La primera localidad quedó casi incomunicada tras dañarse tres de los cuatro puentes que tenía el municipio.

Según informó el obispado a Servimedia, el propio prelado Ginés García Beltrán ha visitado varios de los municipios afectados y ha trasladado la "cercanía" y "apoyo" de la Iglesia, que se ha materializado en la labor que han desempeñado los feligreses de las parroquias de los citados municipios y también de párrocos como el de El Álamo, Aroldo Herrera.

En esta localidad, la Parroquia Santiago Apóstol colaboró desde el primer momento con las familias afectadas, con fieles que ayudaron a quitar el fango de las casas inundadas.

Además, confirmó la Diócesis de Getafe, habilitó el sótano de las dependencias parroquiales para acoger a muchos vecinos que se habían quedado sin hogar, a los que ofreció agua y bocadillos. Cáritas Diocesana también ayudó transportando garrafas de agua potable a las localidades afectadas.

“Desde la diócesis, le pedimos al Señor que nos ayude a todos a poder restituir pronto la normalidad y que estas personas puedan volver a sus casas, a recuperarse de esta catástrofe natural”, afirmó el prelado diocesano. "Nuestras parroquias han hecho todo lo que han estado en sus manos" para ayudar a los afectados, remarcó Ginés García Beltrán.