Segn las autoridades belgas, la partida de 140 toneladas introducidas en España a través de la empresa holandesa Handelmu-Demeter está libre de dioxinas, y a ese certificado se remite el Ministerio de Agricultura español.

Sin embargo, para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), "debería ser el Gobierno de aquí (el español) los que controlen los productos que entran", según manifestó hoy a Servimedia su portavoz, José María Múgica.

"No se puede ahora echar la culpa de una posible responsablidad al Gobierno belga o al Gobierno holandés, que son los que han certificado que los aceites no tienen dioxinas", argumenta la OCU.

Múgica calificó de "absurdo, por un lado, que se permita entrar un producto que no quieren en otro sitio a España y por otro, que nos hayamos enterado por Bruselas, con retraso y, además, el seguimiento lo está haciendo la prensa. Me parece absurdo que los responsables vayan siempre detrás de los medios".

Por su parte, Rafael Urrialde, portavoz de la Unión de Consmidores de España (UCE), señaló a Servimedia: "Me parece sorprendente que Bélgica decretara que (las grasas) no se podían utilizar para los piensos y que las hayan exportado".

Urrialde indicó que Agricultura debía haber hecho pruebas a los aceites antes de haberlos dejado entrar y ahora podría enseñar a la opinión pública los resultados de esas pruebas demostrando su inocuidad.