EL DIRECTOR GENERAL DEL MENOR CREE QUE HA SIDO NEFASTO PUBLICAR COMO "TEMA NACIONAL" LA FUGA DE LAS NIÑAS DE VALLADOLID
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El director general del Menor, Juan Mato, manifestó a Servimedia que ha sido nefasto publicar como "tema nacional" el caso de las niñas de Valladolid que se escaparon de su casa, porque ha inducido a otros menores a la fuga.
La Dirección General del Menor y la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense comenzarán de inmediato los contactos para abrir un espacio de reflexión entre los profesionales y forzar la elaboración de un Código de Conducta, común para toda la profesión periodística, según informaron las mismas fuentes.
Sin embargo, Juan Mato puntualizó que, aunque el efecto de estas informaciones es nefasto, está convencido de que los periodistas no actúan para hacer daño, sino para informar.
A juicio del director del Menor, la única forma de regular la información, sus ímites y los efectos perversos de determinadas informaciones que tienen que ver con los menores, es la autorregulación a través de los códigos deontológicos.
Por contra, la regulación legislativa sobre comportamientos que afectan a los profesionales es muy complicada y poco efectiva, según Mato, porque existen numerosas y variadas situaciones, y no se pueden recoger todas.
Previo a la elaboración de un código ético, es necesario abrir un espacio de reflexión dentro de la facultad, entre las empreas de medios de comunicación y con profesionales que conozcan las conductas de los menores, moviéndose siempre dentro de un espacio de indeterminación, apuntó Juan Mato.
NIÑOS DESAPARECIDOS
Desde que la dos niñas de Langayo (Valladolid) huyeron de su casa, a primeros de noviembre, han seguido su ejemplo nueve niños más de toda España, según las primeras hipótesis policiales.
En Alcacer (Valencia), el pasado 13 de noviembre tres niñas, Desiré Hernandez, Miriam García y Antonia Gomez, desaparecieon de sus respectivos domicilios y aún no se conoce su paradero.
Sobre este caso, el director general del Menor manifestó que, aunque no conce en profundidad la personalidad de las niñas, prefiere pensar que se han escapado y que la comunicación con sus familiares se está dilatando demasiado en el tiempo porque están surgiendo acontecimientos inesperados para ellas.
Posteriormente en Málaga, el 19 de noviembre, abandonaron el domicilio paterno cuatro niñas más, dejando una carta en la que informaan de su huida porque estaban descontentas con el trato que les daban sus padres.
Otros dos niños del municipio madrileño de Coslada huyeron de su casa y permanecieron desaparecidos casi 24 horas. La policía los encontró en un municipio del sur metropolitano. Solo había sido una aventura.
El seis de enero de este mismo año, la policía encontró en Madrid, completamente borracho, a un niño huido de su casa en Alicante. El 14 de Marzo, dos niñas de Salamanca que aparecieron también en Madrid, se haban escapado de un internado salmantino.
La huida más larga fue la de Nuria Arévalo, una joven de 15 años que pasó cuatro meses errante con una familia gitana.
(SERVIMEDIA)
04 Nov 1992
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