En declaraciones a Radio Nacional Laureano García explicó que la "mili" es una obligación ciudadana de la que se está exento si se adquiere la condición de objetor y se hace una prestación en beneficio de la sociedad, distinta de la militar.

Subrayó que las personas que por un imperativo de conciencia deciden hacerse objetores y no empuñar las armas le merecen todo el respeto y añadió que los "pocos objetores de conciencia genuinos que tenemos" hacen una tarea sustitoria, sin plantear ningún tipo de problema.

El director del Sericio Militar insistió en que son muchos los que plantean que la objeción de conciencia dificulta sus estudios, su trabajo o su vida en familia, pero señaló que con la "mili" ocurre igual y que eso "no es un motivo de conciencia, porque la conciencia es una cosa un poco más seria".

Laureano García advirtió que si la objeción de conciencia no entra en unos parámetros similares a los del resto de países de Europa habrá problemas a la hora de contar con la suficiente cifra de soldados para cumplir el Servcio Militar.

En cuanto a la insumisión, indicó que la sociedad debería valorar de una forma diferente la objeción de conciencia, cuando no es verdadera sino meramente instrumental o una objeción de conveniencia, de la insumisión, "que es el colmo del disparate".