En el manifiesto hecho público con motivo de la presentación del partido, que concurrirá a las próximas elecciones, se afirma que "el País Vasco es un agregado de tres provincias perfectamente diferenciadas en la historia, con tres sensibilidades distintas y unas características peculiares que han cnfigurado sus distintos regímenes jurídico-administrativos".

"Queremos una Vizcaya próspera", prosigue el manifiesto, "dentro de la nación española, a la que pertenecemos desde que entramos en la vida civilizada y cuyas vicisitudes hemos compartido a lo largo de los siglos".

Los dirigentes de Unidad Vizcaína aspiran a que Bilbao "recupere su posición tradicional, que vuelva a ser motor económico de España", al tiempo que añadieron que "el vascuence debe tener siempre carácter de voluntariedad. Nodebe ser nunca impuesto como chantaje para acceder al mercado de trabajo".

En el manifiesto programático de este nuevo partido se destaca también la pretensión de "liberar a los vizcaínos de las tremendas cargas fiscales que una estructura autonómica disparatada y monstruosa ha echado sobre sus espaldas".

CRITICAS A LOS DEMAS PARTIDOS

Unidad Vizcaína "es consciente de la gravedad del momento, porque la clase política que responde a planteamientos nacionalistas, empeñada en discusiones estériles ha dejado pasar su oportunidad sin afrontar los verdaderos problemas del País y porque los partidos de implantación nacional no han tenido valor para oponerse a las sinrazones del fanatismo 'abertzale'".

Los promotores del nuevo partido de carácter provincial aseguran que "a los quince años de instaurada la democracia, Vizcaya atraviesa los momentos más difíciles de su historia y que el nacionalismo, con su secuela de fanatismo, es la causa determinante del malestar que experimenta esta sociedad".

Unidad Vizcaína ha aglutinado a personas procedentes de diversos espectros políticos, entre los que figuran antiguos militantes de AP, PSOE, PNV y UCD. Precisamente el presidente de esta nueva formación política es Adolfo Careaga, ex diputado de Coalición Popular en el Congreso de los Diputados.

En opinión de Adolfo Careaga, no se debe negociar con ETA, ya que "todos queremos la paz, pero esta paz no se conseguirá mientras no se gane la guerra", y la batalla, dijo, no se logrará hasta que no se consga "el exterminio de una de las partes".

Según explicó Careaga en la presentación de Unidad Vizcaína, su partido no necesita inscribirse en ninguna corriente ideológica, "porque, como es sabido, las ideologías han muerto", aunque calificó a la nueva formación como progresista y liberal.

Además, el presidente de Unidad Vizcaína afirmó que el partido es una fuerza antinacionalista, "que no es lo mismo que decir antivasquista", agregó.

Por otro lado, los dirigentes de la nueva formación polític reconocieron sus buenas relaciones con otros partidos de carácter provincial, como Unidad Alavesa y Unidad Cántabra, aunque aseguraron que sus coincidencias "no son al cien por cien".

Careaga expresó por último su interés por conseguir la modificación del Estatuto de Autonomía y pidió que el territorio de Vizcaya tenga más representación que Alava y Guipúzcoa en el Parlamento vasco.