Calor
Diseñan un sistema de agua almacenada bajo césped artificial para refrescarlo en verano
- Evitaría que la superficie llegue a 70 grados en días soleados
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Un equipo de investigadores ha diseñado un sistema integrado de almacenamiento de agua subterránea y de riego para que los campos deportivos con césped artificial sean más seguros y frescos en verano, al tiempo que ayuda a las ciudades con la gestión hídrica y las inundaciones.
Para quienes viven en ciudades, el espacio para practicar deportes al aire libre puede ser escaso. Recientemente, el césped natural en parques o canchas deportivas públicas se ha reemplazado con frecuencia por césped artificial, más duradero para permitir un uso intensivo y consecutivo.
Sin embargo, esta práctica tiene sus inconvenientes, tanto para las personas como para las ciudades en su conjunto. Ahora, unos científicos de Países Bajos se han propuesto cambiar esto integrando un sistema de almacenamiento de agua subterránea y de riego capilar bajo campos deportivos de césped artificial.
“La inclusión de un sistema de almacenamiento de agua subterránea y de riego capilar en campos de césped artificial puede dar lugar a temperaturas superficiales significativamente más bajas en comparación con los campos de césped artificial convencionales”, según Marjolein van Huijgevoort, hidróloga del Instituto de Investigación del Agua de Países Bajos y primera autora del estudio, publicado este martes en la revista ‘Frontiers in Sustainable Cities’.
Van Huijgevoort añade: “Con la gestión circular del agua in situ debajo del campo, se consigue un importante efecto de enfriamiento por evaporación”.
CÉSPED Y AIRE MÁS FRESCOS
El sistema incluye una capa de almacenamiento de agua abierta directamente debajo del césped artificial y la almohadilla amortiguante. En esta capa se almacena el agua de lluvia.
Este sistema de retención de agua contiene cilindros que transportan el agua almacenada de regreso a la superficie del césped artificial, donde se evapora.
“El proceso de enfriamiento por evaporación y ascenso capilar está controlado por procesos naturales y condiciones climáticas, por lo que el agua solo se evapora cuando hay demanda de enfriamiento”, explica Van Huijgevoort.
El césped artificial convencional puede alcanzar temperaturas superficiales de hasta 70 grados en días soleados, lo suficientemente altas como para provocar quemaduras y desencadenar enfermedades relacionadas con el calor, que van desde erupciones leves hasta afecciones potencialmente mortales, como un golpe de calor.
En un experimento de campo realizado en Ámsterdam (Países Bajos), los investigadores descubrieron que las temperaturas bajaron cuando se sustituyó el césped convencional por el césped autoenfriante.
Así, el césped enfriado alcanzó una temperatura superficial de 37 grados en un día caluroso de junio de 2020, solo 1,7 más que el césped natural, mientras que las temperaturas superficiales del césped artificial convencional alcanzaron los 62,5.
Por encima de las parcelas, las temperaturas también variaron. “Encontramos temperaturas del aire más bajas a 75 centímetros por encima de las parcelas refrigeradas en comparación con los campos de césped artificial convencionales, especialmente durante la noche”, indica Van Huijgevoort, que añade: “Este es un primer indicio de que las parcelas refrigeradas contribuyen menos al efecto de isla de calor urbano”.
COSTES
El césped refrescante combina las ventajas del césped artificial y del césped natural: es duradero, se mantiene fresco y ofrece un entorno saludable para practicar deportes. Además, puede almacenar casi tanta agua de lluvia como el césped natural.
La capacidad de retención de agua de lluvia del campo también reduce el drenaje de aguas pluviales, lo que ayuda a mitigar las inundaciones urbanas. Durante los periodos en los que no llueve lo suficiente, se puede agregar agua adicional directamente al sistema. Alternativamente, se puede regar como el césped natural.
Sin embargo, los costes de instalación pueden llegar a ser hasta el doble de los del césped artificial convencional. Los investigadores afirmaron que se debería realizar un análisis completo de la relación coste-beneficio para determinar el valor real de la inversión.
(SERVIMEDIA)
09 Jul 2024
MGR/clc