Día Humedales

Doñana cerró 2022 con récord de temperatura máxima, lluvia en mínimos y pocas aves acuáticas invernantes

- El Día Mundial de los Humedales se celebra mañana, 2 de febrero

- La laguna de Santa Olalla se secó a finales de agosto del año pasado

Madrid
SERVIMEDIA

Las precipitaciones en Doñana fueron muy escasas en 2022, con sólo 282 litros, uno de los más secos de los últimos 43 años, que culmina una serie de cuatro años secos. Además, durante el mes de agosto, en el Parque se alcanzaron máximas de temperatura históricas.

Así se desprende de los resultados del Programa de Seguimiento de Procesos Naturales en el Espacio Natural de Doñana durante el año 2022, presentados este miércoles por la Estación Biológica de Doñana (EBD), junto con la Infraestructura Científico-Técnica Singular de Doñana, organismos dependientes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

De los datos obtenidos en los últimos años, y que fueron presentados durante el acto por el vicedirector de la EBD, Javier Bustamante, destaca que el ciclo hidrometeorológico que va de septiembre del 2021 a septiembre de 2022 se caracterizó por ser "seco y cálido, siguiendo la tendencia observada durante la última década".

En la estación meteorológica del Palacio de Doñana se recogieron 282,5 litros de precipitación. Además, fue el año con la menor precipitación anual de los últimos diez, el segundo más seco desde 2004-05, cuando se registró el mínimo de la serie histórica que se inició en 1978, con solo 169,8 litros, y fue el cuarto más seco de la serie.

Respecto a las temperaturas, se trató del ciclo con la mayor temperatura máxima (46,30°C) y la mayor temperatura media anual (18,53°C) registradas.

El ciclo 2021-22 se caracterizó por un inicio temprano de las precipitaciones, en septiembre, pero que no tuvo continuidad inmediata, por lo que el otoño fue seco. La mayor parte de las precipitaciones tuvieron lugar en invierno y a principios de primavera.

Esta distribución de la precipitación unida a las elevadas temperaturas, que ya en abril tuvieron picos de más de 30°C, hicieron que la primavera fuese cálida y corta. El verano fue largo y caluroso, con 19 días con temperaturas por encima de 40 grados y con dos intensas olas de calor.

La memoria 2022 enfatiza, además, que las lagunas de Doñana, especialmente aquellas que dependen del agua subterránea y tienen hidroperiodos largos, han sufrido este año un acortamiento del mismo muy acusado.

LAGUNAS Y AVES INVERANATES

La laguna del Sopetón se secó a primeros de julio, mientras que la laguna Dulce se secó por completo a primeros de agosto. Se llegó a la situación del secado casi completo de la laguna de Santa Olalla justo finalizando el ciclo en agosto. Santa Olalla está considerada una laguna de carácter permanente que no había sufrido una desecación tan intensa ni con ocasión de los periodos de sequía anteriores.

El tiempo que la marisma de Doñana permaneció inundada, conocido como hidroperiodo, que depende fundamentalmente de la precipitación, fue muy corto, con una anomalía (diferencia con la media anual) muy negativa, debido a las escasas precipitaciones. Como consecuencia, la invernada de aves acuáticas fue muy escasa.

En el censo de enero de 2022, cuando se realiza el Censo Internacional de Aves Acuáticas coordinado por Wetlands International, el número de aves censadas fue de sólo 80.880, un número preocupantemente bajo. De hecho, ha sido la segunda peor cifra de toda la serie histórica de censos de enero, y hay que retroceder 35 años, a enero de 1975, para encontrar una cifra más baja (44.601 ejemplares).

El censo de enero suele coincidir con la cifra máxima de aves acuáticas, pero en este año hidrometeorológico, esa cifra se alcanzó en noviembre de 2021, con 87.488 aves. Estos números, considerados "como preocupantes", están muy lejos del máximo de la temporada pasada (474.830 aves) y de los máximos obtenidos al final de la década de los 80 y principios de los 90 del siglo pasado, con cifras que llegaron a superar las 600.000 aves invernando en Doñana.

Al acto de presentación de los datos asistieron el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco; y el director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Eloy Revilla.

“La intensa y prolongada sequía causada por el cambio climático y la presión que la actividad humana ejerce en el exterior del área protegida dejan notar su huella en los distintos indicadores del estado de la biodiversidad de Doñana”, concluyó Eloy Revilla.

(SERVIMEDIA)
01 Feb 2023
CAG/clc/gja