Cascos hizo esta declaración tras serpreguntado por la idoneidad de encargar la protección de los cargos públicos del PP del País Vasco a empresas de seguridad privadas, que podrían ser financiadas a través de una cuenta abierta por los populares.

"No quiero introducir en este debate elementos polémicos, demagógicos o incluso hipócritas", dijo, "pero ésa es una situación a la que nadie con mediana o poca responsabilidad, ya sea en clave de partido o en clave de Gobierno, puede resignarse".

El vicepresidente insistió en que la seguriad no debe ser objeto de debate público por parte de los responsables de cumplir con el mandato constitucional de velar por la seguridad de todos los ciudadanos.

Descartó, por tanto, que en la discusión de iniciativas en materia de seguridad que se examinen conjuntamente por la Consejería de Interior vasca y el Ministerio de Interior, "el Gobierno acuda al debate público".

Finalmente, Cascos insistió en que el nivel de seguridad que facilita la Ertzaintza a los cargos del PP no será "objeto de niguna declaración" por parte del Ejecutivo, y recordó que "la seguridad privada es una fórmula convencional a la que acuden las propias administraciones públicas".

Por ello, el vicepresidente se preguntó por qué el recurso a la seguridad privada por parte del PP "provoca tantas críticas de determinados grupos", cuando esa decisión forma parte "del derecho de cada uno de organizarse para no situarse en un plano de indefensión".