Los individuos entraron en una sucursal del Banco Central, ubicada en el número 69 de la calle Pablo Neruda, armados con una escopeta de cañones recortados y una pistola, con las que intimidaron a empleados y clientes.

Cuando el guarda jurado trató de impedirles que cometiesen el robo, el hombre que portaba la escopeta disparó contra él sin llegar a alcanzarle. El delincuente recibió en la cara el impacto de la culata, producido por el retroceso del arma, y empezó a sangar abundantemente por la nariz.

Acto seguido, los dos asaltantes abandonaron a pie la sucursal, sin haber conseguido ningún botín. El vigilante les persiguió y realizó un disparo al aire, pero no logró parar a los delincuentes, que finalmente consigueron huir.

En el banco fue recogido el cartucho de postas percutido por los atracadores, según informó la Jefatura Superior de Policía. Las investigaciones policiales se centran ahora en elaborar un retrato-robot de los dos hombres.