En declaraciones a Servimedia, Consuelo Polo, portavoz de la organización ecologista, dijo que el acuerdo "es poco creíble porque ya dijeron en junio de 2002 que iban a prohibir las pruebas cosméticas en animales y no fue así".

A su juicio, el cuerdo "es un engaño para mantenernos callados ante algo tan cruel como es la experimentación con animales en general y, en este caso, en cosmética".

"No hay derecho a que se sigan probando los productos con animales porque todo lo que se está haciendo en cosmética está más que probado y por el hecho de que una marca cambie un pequeño componente de un producto no se puede permitir que se vuelva a hacer sufrir a los animales con la experimentación", concluyó.