Turismo y medio ambiente

Los ecologistas piden paralizar la unión de estaciones de esquí en el Pirineo aragonés

- Denuncian su "impacto irreparable" como "turismo insostenible" en un contexto de cambio climático

Madrid Zaragoza
SERVIMEDIA

Las cinco principales organizaciones ambientales de España (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF) exigieron este martes la paralización de la unión de estaciones de esquí en el Pirineo aragonés.

La Diputación de Huesca ha presentado al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo un proyecto de Aramon y de la Mancomunidad del Valle de Arán para unir las estaciones de esquí de Candachú, Astún y Formigal con fondos europeos Next Generation, cuyo coste ascendería a 34 millones de euros, que se añaden a los 30 millones ya solicitados en fases previas de la propuesta. El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, ha apuntado que esta iniciativa podría recibir una financiación millonaria.

Para las cinco organizaciones ecologistas estatales, ese proyecto no debe materializarse por sus "negativos impactos ambientales" y porque continuaría "un modelo de desarrollo insostenible, que no genera empleo de calidad y que está destinado a desaparecer en el corto plazo por las condiciones meteorológicas provocadas por el cambio climático".

Apuntaron que la construcción de esta infraestructura de conexión entre estaciones de esquí comportaría un "impacto irreparable" en el paisaje y en las especies de fauna y flora de este espacio pirenaico, especialmente en el paraje denominado Canal Roya, un gran valle glaciar al pie de pico Anayet.

El proyecto contempla levantar dos entramados de grandes pilastras metálicas, ancladas en hormigón, para sostener los cables por los que discurrirían telecabinas en ambas direcciones. Además, se pretende construir una carretera de servicio y evacuación a lo largo de todo el recorrido y se edificaría una estación de servicios en el fondo del valle.

“NO HACER DAÑO SIGNIFICATIVO”

Las organizaciones ecologistas recordaron que ese espacio natural tiene abierto un procedimiento para la creación de un nuevo parque natural, denominado Anayet-Partacua, fundamentado en su singularidad paisajística de origen glaciar, su vegetación de alta montaña y su fauna singular y que hasta que ese procedimiento se resuelva no debería haber ninguna intervención sobre la zona.

WWF, SEO/BirdLife, Greenpeace, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra denunciaron que este proyecto se enmascara como "turismo sostenible", pero no cumple con el principio de “no hacer daño significativo”, condición establecida por la UE para la asignación de los fondos europeos Next Generation, que obliga a justificar que los proyectos financiados no impacten de forma negativa en seis objetivos medioambientales: mitigación del cambio climático, adaptación al cambio climático, uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos, transición hacia una economía circular, prevención y control de la contaminación, y protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas.

Los grupos ecologistas se mostraron convencidos de que el proyecto incumple todos los objetivos ambientales, por lo que el Gobierno español se vería obligado a devolver los fondos. “Además de los impactos locales sobre la biodiversidad, la creación de nuevas infraestructuras y carreteras supondría un aumento del flujo de vehículos, lo que impide la lucha contra el cambio climático. Vamos a denunciar ante la Comisión Europea esta propuesta si hiciera falta y no cabe duda de que, si ésta ha sido financiada con dinero europeo, la UE va a obligar a su devolución", recalcaron.

NIEVE ARTIFICIAL

En un contexto de cambio climático, con un riesgo alto de descenso de la nieve según las predicciones del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), sostener las instalaciones de esquí supone apostar por la innovación artificial, lo que pone en riesgo los humedales y supone un aumento del consumo de energía, según los ecologistas.

Las organizaciones apuntaron que las estaciones de esquí en la montaña aragonesa deben afrontar "sin demora" su adaptación al cambio climático y la progresiva reducción de la nieve, y mantener el empleo actual supondría dirigir su oferta turística hacia un modelo sostenible.

"Las posibles pérdidas de empleo de este cambio en el modelo deberían tener la misma consideración que otros sectores de actividad (energético, automóvil, etc.) que sufrirán la reconversión para realizar una transición justa. La destrucción de este paraje compromete el futuro de un turismo sostenible, de nuevas oportunidades de empleo y de calidad en la zona", añadieron.

(SERVIMEDIA)
21 Jun 2022
MGR/clc