Así lo pone de manifiesto el ‘Atlas concursal 2023’ elaborado por los economistas y consultado por Servimedia.

La publicación muestra que las empresas afectadas con cobertura del Fogasa en 2022 se redujeron un 19,46% respecto a 2021, hasta las 5.412, y los expedientes bajaron un 33,1%. Mientras, las empresas en concurso de acreedores crecieron un 24,1% y se cifraron en 7.272.

Si se relacionan las empresas del Fogasa con el número de concursos la ratio es de 0,74, bajando por primera vez de 1, cifra que los economistas ponen en cuarentena dado que 2022 todavía no fue un año de normalidad por la aplicación de las moratorias concursales que se posibilitaron por la pandemia.

Los economistas ya dieron cuenta de esta tendencia de bajada de la economía sumergida concursal el año pasado con los datos de 2021 que mostraron un descenso de la ratio del 1,34 al 1,15.

Si se compara la situación de 2022 con la de 2019, último año previo a la pandemia, las empresas afectadas en el Fogasa han bajado un 15,7% y las concursadas han aumentado un 62,2%. En ese ejercicio, la ratio fue del 1,43, lo que se interpreta como más economía sumergida concursal que en 2022.

Los economistas vienen señalando desde hace años que muchas empresas en España no acuden al concurso para resolver su crisis financiera y optan por el simple cierre aumentando la economía sumergida concursal. Así, si hay más empresas con pagos en el Fogasa que concursos refleja que hay una bolsa de cierres sin pedir el concurso. Una situación en la que haya un equilibrio entre concursos y pagos y la ratio tienda a 1 mostraría una situación normalizada.

No obstante, desde el Consejo muestran cautela con el resultado de 2022 porque las moratorias de concursos pueden estar influyendo y no mostrando la imagen real de la economía sumergida concursal, que “creemos se ha reducido y mejorado, pero no eliminado”, según apuntan en la publicación.

En declaraciones a Servimedia, desde el Consejo enfatizaron que la tendencia es de bajada de esa economía sumergida, pero la ratio de 2022 se considera muy optimista.

Tras los datos de 2022, ejercicio en el que acabaron las moratorias en junio y entró en vigor la reforma concursal en septiembre, piden esperar a los de 2023, que es el primer año sin moratorias.