Laboral

“Los efectos en el corto y medio plazo de la reforma laboral sobre las tasas de rotación parecen haberse agotado”, según el Instituto EY

- Celebra la creación de empleo y la reducción de la temporalidad

MADRID
SERVIMEDIA

El Instituto EY Talento e Innovación presentó este miércoles la XIII edición del ‘Human Capital Outlook’, que destaca la creación de empleo que se ha producido en España en los últimos meses, aunque resalta aspectos menos positivos como que “los efectos en el corto y medio plazo de la reforma laboral sobre las tasas de rotación han sido limitados y parecen haberse agotado”.

En líneas generales, el documento, elaborado en colaboración con la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), pone de relieve que la creación de empleo repuntó en el cuarto trimestre de 2024 y que lo hará de nuevo en el primero de 2025, según los datos de los registros de afiliación a la Seguridad Social de enero y la primera quincena de febrero.

El repunte mencionado fue generalizado por nacionalidad y grupo de edad, excepto entre la población española de 35 a 44 años. Además, el aumento de la población ocupada por cuenta propia y asalariada con contrato indefinido compensó el descenso de la temporal.

Además del mencionado repunte en la creación de empleo en los últimos meses, la nueva edición del ‘Human Capital Outlook’ también refleja el aumento de la población ocupada por cuenta propia y asalariada con contrato indefinido, lo que compensó el descenso de la temporal. Y la inmigración también impulsó el crecimiento de la población activa pese a la contracción de la tasa de actividad. Y los registros de afiliación de enero y la primera quincena de febrero anticipan que el dinamismo del empleo se prolongará en el primer trimestre de 2025.

El documento señala que tanto las horas trabajadas por ocupado como el empleo contribuyeron a la recuperación del tiempo de trabajo, y la disminución del paro y de las restantes medidas de infrautilización de la mano de obra se ha acelerado en este periodo. Se prevé, además, que las vacantes crezcan menos de lo sugerido por la contracción del paro, lo que apuntaría a una mejora de la eficiencia de los emparejamientos laborales.

Por su parte, la caída de la productividad por hora redujo el PIB por persona ocupada. Y la revalorización del salario por hora trabajada y por ocupado en las grandes empresas se moderó, pero la retribución por asalariado y los costes laborales unitarios cobraron impulso. Además, España, que en el pasado duplicaba la tasa de temporalidad media de la UE, ha convergido con las economías de su entorno. Sin embargo, sigue liderando el ranking europeo de tasas de transición del empleo al paro. La reducción de estas tasas se ha detenido a partir de 2022.

En 2024, el número de fijos discontinuos activos creció en la EPA, y los demandantes de empleo con relación laboral, que incluyen los fijos discontinuos en periodo de inactividad, alcanzaron su nivel más alto desde la aplicación de la reforma del mercado de trabajo. La tasa de rotación de la afiliación al Régimen General de la Seguridad Social apenas ha variado desde el segundo año de aplicación de la reforma laboral. Al tiempo que la EPA evidencia una reducción constante de los flujos de empleo asalariado, en línea con el patrón anterior a la pandemia.

En conjunto, estos datos indican que “los efectos en el corto y medio plazo de la reforma laboral sobre las tasas de rotación han sido limitados y parecen haberse agotado”. Asimismo, el informe señala que las diferencias de género en las tasas de participación laboral y empleo se han trasladado a divergencias en las carreras contributivas. A partir de la cohorte de 1960, estas brechas se han reducido sustancialmente a costa de un descenso de la fecundidad, entre otros factores.

Las desigualdades en la carrera contributiva aún representan entre siete y ocho años en las últimas cohortes en edad de jubilación. Las reformas de la jubilación afectaron a la brecha de género en las salidas del mercado laboral. La ratio entre jubiladas y jubilados, que era de 0,36 en 1997, aumentó hasta 0,80 en 2023. Las diferencias salariales y de años cotizados entre hombres y mujeres se traducen en brechas importantes en la base reguladora.

Por último, la jubilación parcial es poco utilizada y no está claro si los cambios de 2025 la reactivarán. La jubilación demorada (más allá de los 65 años) siempre ha sido minoritaria. La reforma de 2021 incentivó esta opción, pero solo antes de los 67 años. La jubilación activa, introducida en 2013, no ha despegado, especialmente entre mujeres

Para la presidenta del Instituto EY Talento e Innovación, Fátima Báñez, “la inversión en las personas es una prioridad estratégica de la Unión Europea. Y lo es especialmente en España, donde paradójicamente somos el único país con una tasa de desempleo que dobla a la comunitaria mientras existen decenas de miles de vacantes por cubrir en todos los sectores económicos. Ello significa un gran desafío para crecer a nivel empresarial y para el progreso y el bienestar del país”.

(SERVIMEDIA)
09 Abr 2025
DMM/gja