Múgica explicó que hay un claro paralelismo entre la política seuida por ETA (y su entorno político) y la que practicó el nazismo en Alemania, ya que en ambos casos "han utilizado con impunidad las libertades que ofrece la democracia con el único fin de destruirla".

El diputado socialista defendió la clausura de las instalaciones de Egin, ya que "si el juez ha decretado su cierre es que ha detectado indicios criminales y hay que tener en cuenta que Egin, de forma impune durante muchos años, ha defendido siempre el terrorismo."

A su juicio, "la libertad de expesión tiene un límite y no puede ser enarbolada por grupos criminales. La libertad de expresión es precisamente para defender el estado de derecho y debe ser mantenida por éste".

"Cuando un juez ordena una actuación por presuntos hechos criminales, lo hace para salvaguardar la seguridad ciudadana y el sistema de libertades", apostilló el ex ministro de Justicia.

Según Múgica, este grupo criminal no defiende el estado de derecho porque "precisamente lo que trata de hacer es destruir la paz y la covivencia".