Asimismo, en los nueve primeros meses del año pasado los españoles que trabajan en el extranjero enviaron a España 377.361 millones de pesetas, un 16% más que en el mismo periodo de 1998.

Como consecuencia, esta rúbrica de la balanza de pagos arrojó un sald favorable de 272.207 millones de pesetas, en línea con lo que viene siendo tradicional en la economía española, pese al aumento de la inmigración en las últimas décadas.

Las remesas enviadas por los emigrantes españoles en el extranjero, principalmente en los países europeos más desarrollados y en algunos de Sudámerica, fue, junto con el turismo, uno de los pilares que permitió el desarrollo de la economía española de los sesenta, tras abandonar la política autárquica.