Según el PP, la aceptación por parte del PSOE del carácter europeo y occidental de España, con la integración en la CE y en la OTAN, ha permitido un amplio consenso en materia de política exterior, que el partido de Aznar se compromete a mantener.

El programa de Gobierno popular incluye el desarrollo de las líneas fundamentales de la actual política exterior, buscando el mantenimiento de la convergenciamanifestada por las principales fuerzas políticas españolas.

La política exterior desarrollada por un futuro gobierno popular se basará en los principios de servicio a la implantación de los principios democráticos y de consecución de un orden internacional basado en la paz y libertad, así como en la solidaridad con los países y sociedades "que entienden lo occidental como un conjunto común de referencias éticas y políticas".

Entre otros criterios, el PP desarrollará su política exterior en matera de seguridad apuntando a la conveniencia de un sistema único de seguridad en Europa y en el Atlántico, continuando la cooperación con Estados Unidos y con la presencia española en la Alianza Atlántica y en la UEO.

Centrará la política de cooperación al desarrollo en los sectores en que su acción pueda resultar más necesaria y efectiva y prestará una atención prioritaria a Iberoamérica.

Los países del Magreb serán objeto de preferencia permanente, con el fin de buscar cauces estables de entendimento con los estados ribereños, mientras intensificará los contactos e iniciativas con Portugal y continuará manteniendo una especial política con Francia, especialmente en temas de terrorismo.

Además, mantendrá la reivindicación de la soberanía de Gibraltar, exigiendo una negociación y denunciando la pasividad británica ante la CE y la OTAN. Paralelamente, exigirá el cumplimiento del acuerdo sobre utilización conjunta del aeropuerto.

Otros aspectos en los que centrará su política exterior un futro gobierno del PP son el apoyo a la difusión de la lengua española y la reforma del servicio exterior del Estado mediante ley.

También facilitará la integración de los españoles en el extranjero y, respecto a la inmigración, ajustará su política a las disposiciones comunitarias, al tiempo que tipificará como agravante la xenofobia o el racismo en la comisión de delitos contra bienes y personas.