En una entrevista en TVE, recogida por Servimedia, Husni Abdel Wahed denunció la situación en Palestina en una fecha en la que, dijo, se recuerda el nacimiento en “la Cisjordania ocupada” de “Jesucristo, que ha cambiado el rumbo de la historia y que ha instaurado una nueva doctrina para la humanidad, basada en la justicia, la libertad, la paz y el amor”.

“Lamentablemente Palestina vive en luto y tristeza por lo que ocurre, no solamente en Cisjordania, en la ciudad de Belén, en Nablus, Yenín, Ramala, Tulkarem, y todo el territorio palestino, sino más que nada por lo que ocurre en la Franja de Gaza, un exterminio, un genocidio”, subrayó.

“En este episodio de la Navidad hay dos personajes, la madre y el hijo, y a lo largo de la historia las madres y los hijos han sido objeto de sufrimiento y hoy no es la excepción. Hoy en la Franja de Gaza han sido asesinados no 20.200, sino 30.000, porque hay casi 10.000 bajo escombros, que Israel no permite que sean extraídos”, recalcó.

“Me gustaría desenmascarar la hipocresía de la política de muchos países europeos y de Estados Unidos que (…) siguen con el mismo discurso de que Israel se auto defiende: en qué consiste la autodefensa de matar a niños en incubadoras, en qué consiste la autodefensa, en enterrar vivos a enfermos, heridos y desplazados en un hospital”, se preguntó.

“LIMPIEZA ÉTNICA”

En cuanto a la búsqueda de refugio de los palestinos en la Franja de Gaza, el embajador sostuvo que “no es un desplazamiento, es limpieza étnica, hay que decir las cosas por su nombre, y hay un responsable detrás de esto que es el ejército de ocupación israelí, que está masacrando a nuestro pueblo”.

“Esto es un crimen de guerra, lo mismo que el castigo colectivo, lo mismo que hacer morir a la gente de hambre”, consideró y agregó que la no adopción de una resolución para un alto el fuego por parte de la ONU “no es fracaso del Consejo de Seguridad, hay un responsable de la falta de decisión (…) que es Estados Unidos, que protege y blinda a los criminales de guerra israelíes”.

Finalmente, expresó su deseo de que “esta fecha tan importante para la humanidad sea un momento de contemplación, de oración, pero ojalá la gente no se conforme con la oración y que alce su voz para no permitir que estos crímenes, este genocidio, se siga cometiendo en nombre de la religión”.

“No podemos aceptar esto, el sufrimiento de un humano debe ser el sufrimiento de toda la humanidad”, apostilló.