Sin embargo, esta reducción se debe en gran medida a la actual situación de recesión económica, con un 6%, y sólo un 2% se está relacionando directamente con la estrategia de sostenibilidad.

Bisignani pidió a los gobiernos que definan un planteamiento global en Kioto 2, con una contabilidad global para las emisiones de la aviación a cargo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), y acceso abierto para las líneas aéreas a mercados de emisiones de carbono propiamente regulados.

De esta forma se podrá contar con un escenario igual para todas las líneas aéreas, y "reemplazará esquemas regionales y nacionales que se superponen".

Además, el planteamiento global de las líneas aéreas está apoyado por tres objetivos de la industria: una mejora del 25% en la eficiencia del consumo de combustible en 2025, en comparación con 2005; la utilización de un 10% de combustibles alternativos para 2017; y una reducción absoluta del 50% de las emisiones para 2050.

Por último, el máximo responsable de IATA señaló que "ya estamos trabajando sobre un cuarto objetivo: una fecha desde la que el crecimiento será neutral en emisiones de carbono, a partir de la que nuestras emisiones no crecerán incluso aunque aumente la demanda".